@Noudiari / La Comisión Técnica de Memoria y Reconocimientos Democráticos ha aprobado el censo de símbolos, leyendas y menciones franquistas de las Illes Balears, elaborado y hecho público por la Conselleria de Cultura, Participación y Deportes del Govern de les Illes Balears, de acuerdo con el que dispone el artículo 24 de la Ley 2/2018, de 13 de abril, de memoria y reconocimiento democráticos.
El censo incorpora un total de 95 símbolos —entre nombres de calles, distinciones y reconocimientos honoríficos, placas en bloques de viviendas y cruces de la Victoria— repartidos en 28 municipios de las Illes Balears: de Mallorca, hay 25 (Alaró, Alcúdia, Ariany, Bunyola, Calvià, Capdepera, Escorca, Inca, Llucmajor, Manacor, Mancor de la Vall, Marratxí, Muro, Palma, Pollença, Puigpunyent, sa Pobla, San Juan, Santa Eugènia, Santa Margalida, Santanyí, ses Salinas, Son Servera, Sóller y Valldemossa); de Eivissa, hay 3 (Vila, Sant Antoni de Portmany y Santa Eulària del Riu), y de Menorca, 3 (Ciutadella, Maó y Es Castell). Por su parte, Formentera es la única isla libre de vestigios franquistas.
Por municipios, el reparto de vestigios franquistas es el siguiente: Alaró (2), Alcúdia (15), Ariany (1), Bunyola (1), Calvià (4), Capdepera (2), Ciutadella (1), Eivissa Vila (1), Maó (2), Es Castell (2), Inca (5), Llucmajor (4), Manacor (2), Mancor de la Vall (1), Marratxí (4), Muro (1), Palma (24), Pollença (1), Puigpunyent (2), sa Pobla (2), Sant Antoni de Portmany (1), Sant Joan (2), Santa Eugènia (2), Santanyí (2), Ses Salinas (1), Sóller (1), Son Servera (1), Valldemossa (5), Santa Margalida (1) y Santa Eulària des Riu (2).
El artículo mencionado más arriba establece que, cuando los símbolos, las leyendas o las menciones estén ubicados en lugares de titularidad estatal, se regirán por el que dispone la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y se amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes sufrieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura, y que su destino no podrá ser otro que el que establezca la Comisión Técnica de Expertos constituida a tal efectos, que en este caso es la Comisión Técnica de Memoria y Reconocimientos Democráticos.
Este mismo artículo dice textualmente que se considera contrario a la memoria democrática «La exhibición pública de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones, como por ejemplo la guía de calles, inscripciones y otros elementos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública, realizados en conmemoración, exaltación o enaltecimiento individual o colectivo de la revuelta militar de 1936 y del franquismo, de sus dirigentes o de las organizaciones que sustentaron el régimen dictatorial, se considera contraria a la Memoria Democrática y a la dignidad de las víctimas».
La creación de este primer censo, por lo tanto, responde al mencionado artículo, que establecía un plazo de 12 meses desde la entrada en vigor de la Ley 2/2018 para que la Comisión Técnica de Memoria y Reconocimiento Democráticos de las Illes Balears elaborara un censo de símbolos, leyendas y menciones, que tendrán que ser retirados o eliminados, tal como establece la norma.
En cumplimiento de este precepto legal, la Conselleria de Cultura, Participación y Deportes ha elaborado el censo, a partir de un trabajo de campo, por un lado, y de un trabajo de documentación, por otro; y que han realizado un grupo de historiadores dirigidos por el doctor Bartomeu Garí Salleras.
Para la elaboración del censo, se han recorrido los diferentes lugares en que se tiene constancia de la existencia de símbolos franquistas —a modo de ejemplo, en nombres de calles, escudos o emblemas en edificios públicos o privados, cruces de los «caídos», entre otros, así como también la recogida de informaciones orales—, con el objetivo de recopilar la información necesaria para hacer el censo, como por ejemplo tomar nota de las dimensiones de los símbolos, del material, determinar la ubicación o recoger imágenes. Por otro lado, se ha hecho un trabajo de vaciado bibliográfico para encontrar referencias históricas de los diferentes símbolos y/o menciones, ya sea información sobre la fecha en que se colocaron o las circunstancias en que esto se hizo.
El censo, que será presentado en el Parlament, contiene, de un lado, un estudio en que se detalla el uso que se hizo durante el franquismo de los espacios públicos en cuanto a los nombres de las calles y plazas y los nuevos monumentos instalados durante el periodo franquista (lápidas con inscripciones y símbolos, cruces a los «caídos»); y, de otro, cada municipio cuenta con una relación de los símbolos y las menciones que ha habido a lo largo del tiempo, de los que se han retirado y, finalmente, de los que todavía perduran.
La voluntad es la de disponer de un censo exhaustivo y completo. A partir de esta tarea inicial, todo aquello que pueda ir surgiendo se incorporará a este documento maestro.