@Noudiari / La Autoridad Portuaria de Baleares (APB) ha finalizado la instalación de 25 estaciones de medida de la calidad del aire en los cinco puertos de interés general que gestiona y que miden la emisión de gases y partículas a la atmósfera y la generación de ruido en los puertos de Palma, Alcúdia, Maó, Eivissa y la Savina, con el objetivo de estudiar el impacto ambiental provocado por la actividad portuaria en el aire.
Conocida como SmartSensPORT, esta red nace del acuerdo entre la APB y la Universitat de les Illes Balears (UIB) por la que la Fundació Universitat Empresa se ha encargado de realizar el estudio técnico para la instalación de estos aparatos de medida en los puertos. El objetivo, analizar los datos obtenidos y proporcionar una valoración sobre la correlación entre la actividad portuaria y la contaminación ambiental de la zona a través de la monitorización temporal del nivel de ruido, la concentración de partículas y la concentración de gases.
La información obtenida a través de estos sensores es enviada a un panel de control publicado en la web de Puertos, que se actualiza cada hora y en el que se representan los valores medios de los parámetros en cada uno de los puertos, recogidos por las 25 estaciones colocadas en los puertos de interés general. La calificación de la calidad del aire se ha establecido con el mismo criterio que el Govern Balear establece para las estaciones de referencia en la comunidad autónoma y se presenta al usuario con la puntuación de excelente, bien, regular o mal.
El informe ambiental de ESPO (Organización Europea de Puertos Marítimos) para 2018 muestra que la calidad del aire sigue siendo la principal prioridad de los puertos europeos. Consciente de ello la APB lleva trabajando intensamente desde el año 2016 para conocer cuál es el nivel de la calidad del aire de sus puertos así como la posible implicación de la actividad portuaria, en alineación con la Política Ambiental de la APB.
Si bien el organismo competente para evaluar la calidad del aire y comprobar que permanezca por debajo de los valores límite establecidos en el Real Decreto 102/2011 es la comunidad autónoma de Illes Balears (para lo que dispone con estaciones convencionales de precisión), el objetivo pretendido por la APB en este proyecto, según el jefe de Calidad, Medio Ambiente, Innovación y RSC, Jorge Martín, “es analizar los datos obtenidos por los sensores y proporcionar una valoración sobre la correlación cualitativa entre la actividad portuaria y la contaminación ambiental, en base a datos objetivos y a través del rigor científico”.
Ubicación de las estaciones
La implantación de las estaciones medidoras se ha hecho siguiendo el informe técnico elaborado en septiembre de 2016 por el Grupo de Trabajo Smart Destination de la UIB, si bien se han realizado algunos cambios con respecto a su propuesta inicial, bien por haberse producido cambios físicos en los escenarios en los últimos años o bien con el objetivo de agilizar los trámites en el proceso de instalación de las estaciones.
Tras una primera implantación piloto en el puerto de Palma en 2017 de ocho estaciones medidoras, en esta nueva fase se han colocado además seis estaciones medidoras en el puerto de Eivissa, cuatro en los puertos de Maó y Alcúdia, y tres en la Savina, hasta el total de 25 puntos.
Así, en Palma, los nuevos sensores se han colocado en la explanada del Dique del Oeste, en lo alto del faro de Portopí, en la azotea de la Estación Marítima nº3 del muelle de Paraires, en Can Barbarà, en el Paseo Marítimo, en el edificio del Real Club Náutico de Palma, en la azotea de la sede de la APB y en los Muelles Comerciales.
En el puerto de Eivissa, las estaciones se han instalado en la azotea del edificio del Ayuntamiento de Eivissa en Dalt Vila, en la azotea de un edificio de la Avenida de Santa Eulària, en la azotea del edificio de la APB, frente a las intalaciones náuticas de marina Botafoc Ibiza, en los Muelles del Botafoc y en el dique del Botafoc.
En el puerto de Maó, las cuatro estaciones se han colocado en el callejón d’es Muret, en la terraza superior del edificio del Centro de Salud Virgen del Toro, en la Base Naval y en sa Colàrsega; en el puerto de Alcúdia, en la azotea de la estación marítima, en la playa frente a Alcudiamar, en la oficina de turismo del Ayuntamiento de Alcúdia y en el Polideportivo Municipal del Puerto de Alcúdia; mientras que las tres estaciones del puerto de la Savina se han colocado frente al edificio de la Cofradía de Pescadores, en la plaza de las Islas Pitiusas y en el dique de la dársena pesquera del puerto.
Las estaciones medidoras se encuentran situadas entre los cinco metros de altura con respecto al nivel del mar (can Barbarà en Palma y en el dique de la Savina) y los 45 metros (Dalt Vila, en Eivissa), aunque la mayor parte de ellas se elevan entre los quince y los treinta metros de altura. Su ubicación se ha decidido estimando los modelos de dispersión de las emisiones de gases desde los buques, el perfil topográfico de la zona portuaria, la densidad de la población residente según los patrones municipales y la existencia de otras estaciones meteorológicas de medida de contaminación, ya existentes y ajenas a la APB.
Es por este motivo que algunas estaciones se han colocado fuera de la zona de servicio del puerto, teniendo en cuenta la distribución de la población en las áreas de influencia de la actividad portuaria, pues los niveles de contaminantes tendrían una repercusión más elevada si la población potencialmente afectada es mayor, «puesto que el objetivo principal es conocer en qué medida afecta la actividad portuaria a su población más cercana», apunta Jorge Martín.
También se han tenido en cuenta la orografía y la altura de los edificios cercanos al puerto, que actúan de barrera contra los contaminantes o de reverberadores de la contaminación acústica, así como las situaciones atmosféricas dominantes de cada uno de los puertos, que son esenciales en la dispersión de contaminantes.
Y sobre la calidad del agua, nada o ya se está midiendo?