EFE / El Parlament balear pide al Govern balear que ponga en marcha una campaña que dé a conocer las consecuencias penales que supone cualquier agresión al personal sanitario de las Islas Baleares.
En concreto, el Código Penal contempla la agresión a los profesionales sanitarios como un delito contra la autoridad, lo que puede acarrear una pena de hasta cuatro años de cárcel.
La Comisión de Salud del Parlamento de las Islas Baleares ha aprobado este miércoles por unanimidad una iniciativa del PSIB, presentada conjuntamente con MÉS per Mallorca, MÉS per Menorca y Unidas Podemos, para incrementar las medidas dirigidas a combatir las agresiones al personal sanitario, una circunstancia que «nos ocupa y preocupa mucho», ha expuesto el diputado socialista Juli Dalmau.
La proposición no de ley consta de tres puntos y, en el primero de ellos, la cámara legislativa manifiesta su rechazo a cualquier tipo de amenaza, intimidación o agresión dirigida al personal sanitario, al tiempo que reconoce el prestigio profesional de este colectivo.
En segundo lugar, se pide al ejecutivo autonómico que desarrolle íntegramente el Plan de Prevención de la Violencia Sanitaria en el servicio del SAMU 061, y que actualice los protocolos en materia de agresiones antes de final de año, con el propósito de adaptarlos al incremento de las agresiones que se están registrando.
Asimismo, también se requiere al Govern que continúe atendiendo las reivindicaciones de los profesionales para mejorar su protección.
Dalmau ha matizado que ya están aplicando medidas para evitar las agresiones, así como para atender a los profesionales víctimas de agresiones.
En los protocolos vigentes figuran actuaciones dirigidas a la formación en técnicas de prevención y medidas como el uso del denominado «botón del pánico» para avisar a la policía o el bloqueo de las cabinas de las ambulancias.
En caso de que la agresión se haya producido, los protocolos prevén apoyo psicológico y legal para los profesionales. El respaldo legal, ha recordado Dalmau, significa que la Abogacía de la Comunidad Autónoma se personará siempre como acusación particular en cualquier caso de agresión y solicitará la máxima pena aplicable.
Por lo que se refiere solo al personal médico, el año pasado se registraron en Baleares 14 agresiones a médicos mientras ejercían sus funciones, los mismos casos que en 2017, según datos del Colegio de Médicos de Baleares.
Cinco de las agresiones fueron ataques físicos que produjeron lesiones a los doctores, otras cinco fueron amenazas y cuatro insultos; ocho de las víctimas fueron mujeres y seis, hombres.
La incidencia acumulada de las agresiones a médicos en Baleares fue el año pasado de 2,43 casos por cada 1.000 colegiados, por encima de la media nacional, con un índice de 1,91 por cada 1.000.