@NataliaCárdenas / El dueño de La Casa de la Pizza en Formentera ha iniciado los trámites para querellarse contra la CGT de Ibiza y Formentera y su representante tras sentirse calumniado y difamado. Los hechos se remontan al pasado mes de junio cuando CGT condenó públicamente una agresión a un trabajador transexual.
Según explicó la CGT, el propietario del restaurante agredió a su empleado utilizando términos tránsfobos y aludiendo reiteradamente a su condición, posteriormente lo despidió después de haber trabajado una semana en su negocio y le comunicó que no pensaba pagarle.
Sin embargo, la versión de Ivano Cimmati, dueño de La Casa de la Pizza en Sant Ferran, en una carta abierta (que se puede leer completa aquí) es totalmente opuesta a la ofrecida por el empleado y el sindicato que lo defiende.
«La CGT de Ibiza y Formentera y sus representantes me están acusando de algo que ni siquiera se han preocupado en verificar, sólo con la palabras de un ex trabajador, que voluntariamente abandonó su puesto de trabajo», se defiende Cimmati.
De hecho, la CGT admitió en su comunicado que la «víctima» contactó con la ellos y le aconsejaron los pasos a seguir para realizar la denuncia. “La Guardia Civil no lo consideró agresión debido a que no había heridas ni sangre y que con el parte del médico donde informa que presenta una crisis de ansiedad no era suficiente para considerarlo una agresión”, explicaron desde la Confederación.
Cimmati explica que el trabajador dejó su trabajo voluntariamente tras siete días y cuando regresó a por su nómina y cobrar, no aceptó ni cheque ni transferencia bancaria. «Al ver que yo le denegaba el cobro en efectivo, se enfadó tanto que cogió un piedra del tamaño de una pelota de fútbol, amenazándome con ella delante de los clientes, de mis empleados y de toda mi familia (estaban allí mi mujer y mis hijos de 4 y 6 años). Ni yo ni ni nadie de los presentes agredió al trabajador sino que se le conminó a que arrojara al suelo la piedra y se marchara del lugar. Llamé a la Guardia Civil, que se personó en mi local y me aconsejó denunciar y yo ingenuamente rechacé hacerlo», resume en su escrito.
El restaurador explica que, a día de hoy, la única reclamación que ha recibido de su ex empleado es la que hizo ante el TAMIB por 1.500 euros por siete días de trabajo. «Cantidad absolutamente abusiva y que denota las intenciones de este trabajador», subraya Cimmati. En acto de conciliación, celebrado ante el TAMIB, aceptó la cantidad que le tocaba por convenio colectivo por esos días y «que fue la misma que se ofreció al trabajador en todo momento y que éste no quiso recibir», añade.
Además, sobre las acusaciones homófobas se defiende diciendo que nunca las hubo. «El trabajador facilitó su documentación y el contrato a uno de mis trabajadores, quien a su vez la transfirió directamente a la gestoría, justificando la presencia de un nombre femenino en su documentación en el hecho de que él provenía de una familia con pocos recursos de Sudamérica y su padre, no muy letrado, se equivocó en registrar su nombre. Ni yo ni ninguno de sus compañeros dio la más mínima importancia a dicho dato y el trabajador empezó a su desempeño profesional con toda normalidad», relata en su carta.
Otra de las acusaciones de las que se defiende es la de tener un piso patera para sus trabajadores, cosa que desmiente asegurando que se trata de un piso de 80 metros cuadrados de 2 dormitorios que comparten dos personas y que está debidamente contractuado.
Que a raíz de estas denuncias públicas «y sin contrastar», insiste el restaurador, ha recibido inspecciones de Trabajo y de Sanidad. «Tras tres inspecciones, dos de trabajo y una de sanidad, el resultado es que no existe irregularidad de clase alguna, ninguna infracción he cometido y ninguna sanción se me ha impuesto», expone Cimmati.
Por todo ello, este empresario ha iniciado los trámites para interponer una querella por injurias y calumnias contra el sindicato CGT de Ibiza y Formentera y su representante con el fin de limpiar su nombre y el de su empresa y reclamar por los daños y perjuicios que le están ocasionando las declaraciones del sindicato y de su secretario general Rafa Sánchez.