@Noudiari / Menorca toma impulso económico, mientras que Ibiza y Formentera lo pierden. Esta es una de las conclusiones del informe de Evolución Económica que ha hecho público hoy la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB).
“Esta evolución pone de manifiesto que, tras haber transitado por la fase de recuperación haciendo gala de un crecimiento superior al resto de territorios insulares, el ritmo de avance de la economía pitiusa manifiesta ahora una mayor tendencia a normalizarse”, explican desde CAEB.
Tanto es así que el crecimiento de Ibiza y Formentera prácticamente se equipara ya a la media balear (2%), una circunstancia que no se producía desde los años previos al inicio de la crisis económica.
En este contexto, la ralentización de la actividad resulta más palpable precisamente en aquellos ámbitos productivos que exhibieron un mayor dinamismo durante la fase de recuperación y que se erigieron, por tanto, en los principales artífices de que Ibiza y Formentera alcanzaran tasas de crecimiento superiores a las del resto del archipiélago.
Uno de los ejemplos más representativos, según la CAEB, es el turismo, cuya demanda ha evidenciado en el territorio pitiuso los mayores síntomas de moderación. De hecho, Ibiza y Formentera es el único territorio insular en el que la llegada de turistas no se ha incrementado durante el segundo trimestre (-0,4% vs 1,4%, Balears), una circunstancia que ya se produjo en el primer cuarto del ejercicio (-13,2% vs 4,3%, Balears) y que da continuidad a la leve contracción que la afluencia turística registró a lo largo del último balance anual (-1,5% vs 1,5%, Balears).
Los turistas gastan menos dinero
Este menor tono relativo de la demanda se ha visto acentuado, a la vez, por el hecho de que los turistas que han visitado Ibiza y Formentera durante el segundo trimestre han recortado el gasto medio por persona (858 € vs 862 €, 2º trim. 2018) en contraposición con el comportamiento observado en el resto del archipiélago (922 € vs 909 €, 2º trim. 2018), lo que se ha traducido en un ligero descenso del gasto turístico total (-0,9% vs 1,5%, Balears). Al mismo tiempo, la trayectoria de la afluencia turística tampoco ha sido ajena para el segmento hotelero, cuyo registro de pernoctaciones entre abril y junio (2,9 millones) ha disminuido (-1,6%) de manera más acentuada que en el conjunto balear, donde ha mostrado un carácter más estable (-0,1%).
En consecuencia, el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social en ramas vinculadas a la actividad turística ha crecido en el segundo trimestre a un ritmo (4,5%) menor que en años precedentes (5,2%, 2018; 8,1%, 2017), a pesar de que el efecto base de la Semana Santa se ha traducido en un sustancial aumento interanual del empleo en abril (5,7%).
En términos particulares, la afiliación de trabajadores ha mostrado un empuje más contenido tanto en el ámbito de la hostelería (4,2% vs 5,1%, 2018) como, especialmente, en el de los transportes (6,3% vs 13,8%, 2018). Y es que, cabe señalar que Ibiza es el territorio insular en el que el transporte de pasajeros por vía aérea se ha incrementado de manera más contenida durante el segundo trimestre (2,3% vs 4,1%, Balears).
Además, más allá del ámbito de los servicios, el crecimiento de la actividad también ha ofrecido síntomas de desaceleración en la industria. Así se desprende de la evolución del empleo en el sector, pues la afiliación de trabajadores se ha incrementado durante el segundo cuarto del ejercicio a un ritmo medio (2,3%) menor que en los trimestres anteriores (2,9%, 1º trim. 2019; 3,8%, 2º trim. 2018). En este contexto, la contribución más moderada de la industria y, sobre todo, de los servicios –que en la estructura productiva de Ibiza y Formentera ostentan un peso relativo más elevado que en el resto del archipiélago– no ha podido ser compensada por el mayor pulso que ha mantenido la construcción en el segundo trimestre. Y que la afiliación de trabajadores a la construcción ha crecido entre abril y junio a un ritmo (7,2%) más intenso que en los tres primeros meses del año (5,5%), ajena, así, a la tónica de la ralentización que el sector ha evidenciado en el conjunto del archipiélago, explican desde CAEB.