EFE / La Conselleria de Movilidad y Vivienda ha impuesto 134 sanciones por un valor de 311.327 euros con ocasión de su campaña de este año de lucha contra el intrusismo en el transporte en el aeropuerto de Palma. En la rueda de prensa también se han ofrecido datos de la campaña de este año en Ibiza, donde los inspectores de la dirección general de Movilidad se complementan con las inspecciones del Consell de Ibiza, por lo que los datos no están cerrados.
Periódicamente se han desplazado desde Mallorca cuatro agentes para controlar zonas como el aeropuerto y la entrada y salida de grandes acontecimientos, discotecas y puertos turísticos, en colaboración con el Consell de Ibiza y la Guardia Civil.
En Ibiza se han controlado 243 vehículos que han dado como resultado 103 infracciones y multas de 152.902 euros.
En esta isla se han detectado dos transportes «pirata», 65 infracciones en el caso de los VTC, 10 de vehículos complementarios de empresas y 26 infracciones referidas al tacógrafo y la falta de la hoja de ruta.
Nueve agentes de paisano se han dedicado de mayo a octubre a supervisar el cumplimiento de la normativa de transporte en Son Sant Joan y advertir sobre la presencia de transportes irregulares.
El número de vehículos controlados ha sido de 314 y este año se ha incrementado el volumen económico de las sanciones impuestas en 2018, que ascendieron a 300.945 euros por 655 infracciones, mientras que en 2017 se registraron 48 sanciones y multas de 79.580 euros.
Los vehículos inspeccionados han sido autobuses, minibuses, taxis y vehículos de alquiler con conductor, así como vehículos privados, de transporte sanitario y «piratas» (turismos no autorizados para realizar este tipo de actividad).
El conseller de Movilidad y Vivienda, Marc Pons, ha presidido este miércoles la reunión de la lucha contra el intrusismo en el sector del taxi y vehículos de alquiler con conductor (VTC).
La campaña de esta año ha incrementado el número días sobre 2018, de 84 a 110, y los inspectores han actuado de manera especial en la terminal de llegadas de Son Sant Joan para detectar y acreditar posibles captaciones irregulares de clientes «in situ».
Entre los principales objetivos de esta campaña se encuentran evitar la captación de clientes sin contratación previa en la terminal por parte de empresas de minibús, la detección de personas y clientes que realizan este servicio sin autorización, control de los VTC, de los taxis de la Part Forana y de Palma y control del tacógrafo y tiempo de conducción y descanso de los conductores de las empresa de autocares.
Como nota común de la campaña de 2019 destaca que se han producido más casos de obstrucción y negativa a dar respuesta a los requerimientos e información solicitada por los inspectores.
El conseller ha incidido que esta campaña se ha realizado de manera coordinada con el sector del transporte con el objetivo de que todas las empresas «jueguen con las mismas reglas de juego».
Pons ha subrayado que el transporte en Mallorca en temporada alta es un «engranaje de precisión» y que por el aeropuerto mallorquín pasan al año 30 millones de pasajeros.