@Noudiari / Dos fogonazos del Atlético de Madrid B, uno en cada parte, han condenado a la UD Ibiza a la derrota (1-2) en un partido en el que los locales pusieron el fútbol y los visitantes, los goles. Poveda avanzó al equipo colchonero en el minuto dos tras un buen centro de Solano. El tanto trastocaba los planes del Ibiza, que tardó cerca de un cuarto de hora en reponerse del mazazo y asentarse por completo sobre el terreno de juego para anular el centro del campo del rival y hacerse con la manija del encuentro.
Tiró el Ibiza de orgullo y calidad para encerrar al conjunto madrileño en su parcela, pero el gol no llegaba. Lara lo tuvo en sus botas en un libre directo desde la frontal en el minuto 9, pero el cuero salió ligeramente alto y se perdió por la línea de fondo después de besar el larguero por la parte de arriba. Después fueron Rodado y Carbia quienes, en el mismo minuto, el 34, pudieron devolver la igualdad al marcador.
Se estaba salvando el Atlético, que en los últimos instantes del primer tiempo perdió todo el tiempo que pudo en vista de la avalancha de juego que se le venía encima. Veían los visitantes el descanso como la meta de la primera etapa para acabar ganando la general si conseguían llegar al intermedio por delante en el luminoso.
Y así terminó el primer acto, con ventaja del cuadro colchonero, que había rentabilizado al máximo su presencia en ataque con un gol en una sola llegada. La UD Ibiza regresó al encuentro como se había ido al descanso, con el control del juego y la idea de empatar el choque, algo que lograría Álex Quintanilla de cabeza en el minuto 58 tras un saque de esquina sacado en corto que Lara centró al segundo palo desde la derecha.
Los locales vieron como se abría la puerta de la victoria, recogieron el cuero de dentro de la portería rival sin casi tiempo para la celebración y lo plantaron en el centro del campo invitando al Atlético B a que lo pusiera en movimiento con la máxima celeridad posible. Pudo ponerse por delante el equipo de casa en un calco de la jugada de su gol, pero en esta ocasión Rodado remató fuera por poco.
Cuando mejor estaba jugando el Ibiza, cuando más cerca estaba el segundo de los locales, llegó el segundo disparo entre palos de los visitantes y su segundo tanto, obra de Clemente en el minuto 76 tras un centro de Poveda en una contra, 1-2. Un duro golpe para los locales, que, en líneas generales, por juego y por ocasiones, merecieron algo más.
Segunda derrota consecutiva, por tanto, del Ibiza en Can Misses y tercer partido sin ganar para el cuadro insular, que pierde fuelle y ve cómo el liderato que ambicionaba hace solo tres semanas se ha convertido en algo secundario en un momento en el que mantenerse en las plazas de play-off es ahora su nuevo catecismo.
El hecho de haber conseguido un solo punto de los últimos nueve que ha disputado encienden una tenue luz de alarma que obliga a una reacción inmediata para revertir la mala dinámica de resultados en la que ha entrado el equipo de Vila.