EFE / Cinco empresas españolas productoras de sal marina, que acumulan el 85 % del mercado, con 7.200 hectáreas y 720.000 toneladas y un valor de 46 millones de euros anuales, han creado la Asociación de Salinas Marinas (Salimar) para dar visibilidad al producto y su consumo responsable.
Según han indicado en un comunicado, la nueva asociación nace con los objetivos de «dar a conocer las características y beneficios de la sal marina, promover su consumo responsable en beneficio de la salud y reivindicar la función medioambiental de esta industria».
Las empresas asociadas en Salimar son Marítima de Sales (Cádiz), Infosa (Tarragona), Salinas de Es Trenc (Mallorca), Salinera Española (Ibiza y Murcia) y Bras del Port (Alicante), han informado.
Las mismas fuentes han explicado que la sal marina, mineral 100 % natural, que se obtiene al evaporar agua del mar gracias a la acción del viendo y el sol, está presente en aplicaciones que van del consumo humano a la industria alimentaria (salazones, secaderos de jamón, conserveras,) pasando por la industria química o el tratamiento de agua (descalcificación, electrólisis, etc).
A juicio de la asociación, se trata de «una industria ecológica que genera hábitats basados en humedales, en los que conviven cientos de especies de aves, peces y plantas».
Desde Salimar han recordado que hay 3 tipos de sales: la de roca, la llamada «vacuum» y la marina.
La de roca es de origen es natural pero se extrae con técnicas «agresivas con el medio ambiente, que conllevan grandes consumos de agua, uso de explosivos y técnicas de perforación que causan erosión en el medio y provocan efectos irreversibles en el entorno».
La «vacuum» se obtiene con grandes consumos de electricidad y calor, ya que tienen como base una cristalización de la sal forzosa y artificial produciendo grandes cantidades de emisiones de CO2 (dejando una importante huella de carbono).
La sal marina, de acuerdo a estas empresas, se genera de manera natural por evaporación solar, al aire libre, del agua del mar, sin producir una agresión ambiental.
Se trata de espacios naturales que son «un claro ejemplo de compatibilidad de los oficios tradicionales y la conservación del medio», ha matizado.
La composición de la sal marina también es distinta -ha explicado la asociación- porque aunque todas las sales a la venta superan la concentración de cloruro sódico del 97% exigida por la ley, la marina aporta «oligoelementos como el potasio o el magnesio, apreciados por transmitir fielmente los sabores de la comida».
Han detallado que una de las motivaciones principales del nacimiento de Salimar es «visibilizar» los parajes en los que se asientan las salinas, catalogados como Parques Naturales.
El presidente de la asociación, Gonzalo Díaz Caicoya, ha afirmado que las salinas reunidas en Salimar concentran numerosas especies que viven y nidifican en estos hábitats, gracias a los extensos humedales salobres y la diversidad de alimento que encuentran en ellos.
Algunas de las salinas visitables de Salimar ofrecen al turista la posibilidad de recorrer un entorno biodiverso, pero también ayudan a recuperar la historia de parajes legados por civilizaciones pioneras como los fenicios.
Salimar ha incidido en que la asociación nace en España porque aquí se produce más del 40% de la sal marina europea, pero la idea es seguir creciendo.