@D.V./ La entidad Sociedad Gestora Cetis S.L., titular de la concesión para la explotación de la estación de autobuses del Cetis en Eivissa, ha presentado hoy una querella criminal contra la alcaldesa de Vila, Marienna Sánchez-Jáuregui, por delitos de prevaricación y realización aribitraria del propio derecho. La querella ha sido interpuesta hoy por el abogado Miquel Borràs, en representación de la sociedad gestora.
La empresa tiene la concesión de la gestión de la actividad de la estación de autobuses, una infraestructura que, recuerda, desde abril de 2011 «cuenta con todos los informes técnicos municipales favorables y cumple con la legalidad vigente». Una vez ya han pasado dos años sin que se haya hecho efectivo el traslado de la actividad de los autobuses al Cetis y, en vistas de que tampoco se realizará antes de la actual campaña de verano, la empresa esgrime que la alcaldesa ha recurrido en «una grave dejación del ejercicio de sus competencias y flagrante incumplimiento de la Ley, al no dictar el Decreto de Alcaldía ordenando el cese del uso de la estación de autobuses de la avenida Isidor Macabich y ordenando el traslado de las líneas a la nueva estación de autobuses».
Los argumentos de la sociedad gestora
Según la Sociedad Gestora Cetis SL, Sánchez-Jáuregui ha «omitido deliberadamente la Ley y no ha ejercitado sus competencias» lo que se ha traducido en importantes perjuicios económicos. Así, los abogados de la empresa recuerdan la «importante inversión económica» que han realizado y todo el dinero que han dejado de ingresar a causa de la «imposibilidad de explotar la concesión». Además, acusan a la alcaldesa de incumplir el contrato al consentir y autorizar que la Policía Local se instalara en la Torre-1 del edificio Cetis en contra de la voluntad de la sociedad gestora.
Finalmente, la empresa recuerda los informes técnicos que se realizaron sobre la informal e ilegal estación de autobuses actual de Isidor Macabich, que «en modo alguno reúnen las condiciones de higiene, salubridad, confort y seguridad», y deplora que, dos años más tarde, el Ayuntamiento todavía no haya decidido el traslado a la nueva estación, «moderna y práctica, para una prestación de un mejor y más seguro servicio de transporte público».
¿Y a quién os creéis que iba a defender esta? ¿a los ciudadanos o a Tito Vilás y sus acólitos? ¿No os acordáis cómo aplaudía en la «coronación» de la princesa defenestrada? Nos gobierna la mafia.