@LauraFArambarri / El fútbol ha llegado a Ibiza como la DANA lo hizo a Sant Antoni el pasado octubre: arrasando con todo.
Robos de entradas, reventa, colas, polémicas… El fútbol de primera división, tan excesivo, tan galáctico, tan estrambótico en sus cifras y en sus estrellas, ha llegado a la pequeña isla de Ibiza y lo ha puesto todo patas arriba.
Hasta yo, que he visto dos partidos en toda mi vida, mantengo un cierto interés por todo lo que sucede con este encuentro de la Copa del Rey entre la UD Ibiza y el Barça. Y eso que hasta hace una semana no sabía ni que existía la UD Ibiza. Pero me he puesto tan al día que el otro día casi saludo a su entrenador, Pablo Alfaro, cuando me crucé con él en coche por la zona de Can Misses. Silver fox, Alfaro, por cierto.
No se ha jugado todavía el partido y ya nos ha dado más titulares en una semana que algunos políticos ibicencos en 20 años.
Recapitulemos:
Fue conocerse que se jugaba el Ibiza-Barça y empezar la locura de las entradas, muy escasas para la demanda. Parecía esto una noche de agosto después de una incautación de cocaína: clubbers buscando dealers. ¿No tendrás una entradita por ahí, verdad guapa?
Después, un par de hinchas se ponen a hacer acampada tres días antes de que abran la taquilla, y salen en todos los medios como si fuesen fans talluditos de One Direction.
Vienen las gradas supletorias y Can Misses está dumper arriba dumper abajo, con un trajín y una rapidez que no se vieron ni en la construcción del hospital que tiene enfrente.
Vienen las gradas supletorias y Can Misses está dumper arriba dumper abajo, con un trajín y una rapidez que no se vieron ni en la construcción del hospital que tiene enfrente.
Luego abren la taquilla y las entradas se agotan en cuatro horas, entre quejas de mala organización y falta de vigilancia en las colas, donde parece que se coló más gente que en la de Pachá cuando pincha David Guetta.
Y hablando de Pachá, al programa Esport Club de TV3 le pareció gracioso sustituir el escudo de la UD por el logo de Pachá. Hasta el presidente del Consell, Vicent Marí, envió una carta de queja a TV3 y el programa acabó disculpándose con la boca pequeña, eso sí.
Después, el diario Sport confunde al Sant Rafel con el Ibiza y se permite bromear con que Gianluca Simeone, el hijo del entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone, va a estar en el partido y pondrá morbo al asunto. ¡Que juega en el Sant Rafel! ¡Que hasta yo sé eso, por favor!
Y las joyas de la corona las dejamos para el final: Robo peliculero de cuarenta entradas de las oficinas de la UD Ibiza y arranque de la reventa (no de las entradas robadas, que esas han sido anuladas) en webs a precio de zona VIP del Hi!: 3.000 euros por una paella para seis con regalo de seis tiques.
El fútbol, y a las pruebas me remito, ha vuelto a la isla del revés. Ay, como gane la UD Ibiza…