@Noudiari / Amics de la Terra ha emitido una valoración de la evolución de las emisiones de CO₂ en Ibiza, con motivo de del Día de la Reducción de las Emisiones de CO₂ que se celebra el 28 de enero.
La asociación ibicenca remite a los datos de Red Eléctrica Española sobre los resultados de la evolución eléctrica en Ibiza durante 2019. Estos datos muestran una subida en la demanda de energía de un 1,2%, con respecto al registrado de 2018, de unos 933.259 MWh (megavatio-hora).
La energía eléctrica se obtiene, en mayor parte, de la quema de combustibles fósiles, y por tanto, «queda claro que no avanzamos ni tímidamente en el tema de las energías renovables, que no llegan ni a un 1%, desaprovechando este recurso natural tan abundante y a la vez mostrando el poco interés por parte de las administraciones en el cumplimiento de los compromisos para reducir emisiones y hacer frente al cambio climático», critican desde Amics de la Terra.
Según esta organización, «cada año estamos más lejos de los compromisos internacionales y de las previsiones de la nueva ley balear de Cambio Climático y Transición Energética. Esta ley que marca una reducción de emisiones de GEH (gases de efecto invernadero) de un 40% en 2030 y un 90% en 2050.
«La realidad es que tendríamos que hacer cambios radicales para conseguir esta reducción», afirman los ecologistas. Para lograrlo, consideran que durante la primera fase, «tenemos que aplicar medidas en la producción energética consiguiendo un cambio de producción energética a 35% de renovables, una reducción en el consumo energético de un 23%, con una mengua del 40% de las emisiones contaminantes».
Para Amics de la Terra, las administraciones locales tienen un papel fundamental en este proceso y por tanto, urgen a que empiecen a aplicar ya las medidas contempladas en la ley. Como por ejemplo estas que exponen: «Elaborar planes de acción municipales para el clima y la energía. Realizar un análisis y evaluación de emisiones de gases de efecto invernadero. Elaborar estrategias para la mitigar y adaptarse al cambio climático. Modificar de planeamiento urbanístico y las ordenanzas municipales para asegurar que las nuevas edificaciones que se construyan son de consumo energético casi nulo. Adaptar el planeamiento para reducir la necesidad de desplazarnos en coche, puesto que el transporte supone al menos el 30% de las emisiones y promover e implantar la generación renovable de autoconsumo».
«Tenemos que asegurar una transición justa, apostando por un futuro más limpio, más eficiente, basado en el consumo energético renovable sin hipotecar la vida de las generaciones futuras. Pero la situación es urgente tenemos que empezar ya», finalizan.