@Noudiari / La editorial Balàfia Postals acaba de publicar Cuineres a Eivissa libro que hace, al fin, justicia con las grandes olvidadas de la gastronomía pitiusa: las cocineras de Ibiza que han levantado y mantenido los restaurantes de la isla, conservando recetas tradicionales y que siempre han hecho su trabajo de una manera discreta.
La irrupción de la figura del chef ha puesto el foco en una profesión que se ha masculinizado en su cúpula pero que sigue sostenida por mujeres.
La periodista ibicenca Marta Torres Molina es la autora del libro y de la idea original de entrevistar a cocineras de la isla en activo o ya retiradas, a la vez que ha reunido recetas de la gastronomía ibicenca que van desde el arròs de mantances a la frita de porc, pasando por los caragols o el sofrit pagès, entre muchas otras.
El libro está ilustrado con imágenes del fotógrafo Toni Escobar Cardona.
«El objetivo de este libro es recuperar la memoria de las mujeres que han pasado buena parte de su vida en las cocinas de bares y restaurantes de Ibiza y Formentera», explica la editora Neus Escandell Tur. «Mujeres que se han dejado la piel en la industria de la restauración de la isla y a las que nadie nunca ha prestado atención», subraya.
Las protagonistas del libro son Margalida Guasch Tur, del restaurante Es Pi Ver de Sant Miquel; Catalina Ferrer Guasch, de Ca Na Pepeta, en Sant Llorenç; Maria Marí Serra, de Can Rafal, en Ibiza ciudad; Lolita Costa Planes, de Can Pau, en Santa Gertrudis; Catalina Riera Marí, de Ca n’Alfredo, en Ibiza ciudad; Vicky Baos Ballesteros, de Sa Caleta, en Sant Josep; Pepa Planells Tur, de Can Rei, en Sant Miquel; Lina Prats Costa, de Rebost de Can Prats, en Sant Antoni; Marga Orell Azaustre, de S’Ametller, de Ibiza ciudad y Catalina y Pepa Marí Tur, de S’Espartar, en Sant Josep.
«Seguramente, si fueran hombres hablaríamos de ellas como chefs y serían conocidas, pero como son mujeres no se les ha dado la importancia que tenían», añade la editora.
Los propietarios, conocidos y respetados; ellas, en segundo plano
Son mujeres que han contribuido al nacimiento y expansión de la industria turística «pero que nadie ha valorado».
Otro dato importante que apunta la editora es que la mayoría de ellas son o eran las esposas, hermanas, hijas, nueras, sobrinas o nietas de los propietarios, que sí eran conocidos y respetados; admirados incluso, por la comunidad.
Muchas de ellas son, en suma, el reflejo de unas generaciones que tuvieron que renunciar a sus sueños para salir adelante la familia y el negocio familiar.
El libro reúne entrevistas con las cocineras y sus recetas favoritas, cuajadas de anécdotas sobre el choque cultural que sus recetas ibicencas han provocado en los primeros turistas o sobre cómo se las ingeniaban para sacar platos suculentos incluso en momentos de crisis.
Otro tema muy importante que aparece en el libro es el de la crianza, ya que muchas de ellas tuvieron que sacar adelante a sus hijos e hijas en un momento donde la palabra conciliación ni se escuchaba.