@D.V./ Dos de los tres acensores de la residencia de Can Blai están estropeados, y el único ascensor que funciona lo utilizan tanto los pacientes como los trabajadores para trasportar los carros de comida o la basura. Es sólo uno de los casos que denuncian los trabajadores de las residencias de Can Blai y de Can Raspalls, en Eivissa, que alertan sobre la consecuencias de la precariedad económica que están sufriendo estos dos centros, en el que las estrecheces presupuestarias han provocado que no se renueve el material y tampoco se repare la maquinaria averiada.
Así, los trabajadores de Can Blai también denuncian que, en los siete años de funcionamiento de residencia, todavía no han cambiado los uniformes, que ya se encuentran “gastados, con parches, con la tela gastada y que lo transparentan todo”, ha dicho una trabajadora. Esta portavoz ha pedido mantener su anonimato ya que ha asegurado que la dirección toma represalias contra todo aquel que proteste, y ha denunciado “coacciones” contra los trabajadores.
La actuación de la dirección es objeto de las críticas de los dos trabajadores consultados por Noudiari.es. Ambos solicitan permanecer en el anonimato y denuncian las represalias que sufren todos aquellos que expresen su disconformidad con la gestión de las residencias: un ejemplo sería un supuesto caso de ‘mobbing laboral’ que habría sufrido una trabajadora de Can Blai por ser una militante socialista.
Serra hace autocrítica pero niega el ‘mobbing’
El presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Serra, ha negado tajantemente cualquier tipo de ‘mobbing’ laboral por motivos políticos en Can Blai y ha asegurado que le parece “lamentable” que se “intente vincular un tema laboral con otro político”. En lo que sí se ha mostrado autocrítico es en la situación material de las residencias, y ha admitido que se trata de un tema grave: “Debemos hacer autocrítica. Son problemas que no hemos resuelto y que deberíamos haberlo hecho”. No obstante, Serra se ha excusado en que el actual Consell sufre la “situación heredada” por el ejecutivo anterior, que firmó un “convenio insuficiente” y que ha llevado al actual ejecutivo a una situación económica muy delicada.
Después de firmar con el Govern balear un convenio de 4 millones de euros que garantiza el pago puntual de las nóminas en Can Blai y Cas Serres, el presidente del Consell ha asegurado que la gestión pública de estas infraestructuras está asegurada y que en la actualidad se está negociando con el Govern el futuro de Can Raspalls. Serra no se ha atrevido a asegurar si el futuro Consorcio balear asumirá toda la plantilla del Consorcio Sociosanitario, pero sí que ha garantizado que su ejecutivo está “trabajando para que se mantenga en su puesto a todos los trabajadores”.
La gestión de las residencias, a debate
Durante el pleno del Consell, la gestión de las residencias ha vuelto a estar en el centro del debate. Así, la consellera de PSOE-Pacte, Patricia Abascal, ha criticado nuevamente que el Consell “no ejerza sus competencias en dependencia” y haya “renunciado a querer gestionar las residencias a través del Consorcio Sociosanitario”. Abascal ha hecho suyas las críticas de los trabajadores y ha criticado tanto la gestión del director de las residencias como la política de contratación de personal del Consell: “Ustedes usan las residencias como agencias de colocación”, ha dicho Abascal.
La portavoz de PSOE-Pacte también ha alertado de la posibilidad de que, en un futuro, el Govern decida privatizar la gestión de las residencias y eso se traduzca en despidos.
La réplica ha ido a cargo de la consellera de Sanidad y Benestar Social, Mercedes Prats, quien ha querido puntualizar -y para ello ha pedido la intervención del secretario- de que la competencia en dependencia es del Govern y que, por tanto, “es lógico” que sea éste quien asuma la gestión de las residencias. Prats ha recordado que el convenio que el ejecutivo anterior firmó con el Govern balear que provocó que el Consell tuviera que poner fondos de su bolsillo para asumir la gestión del Consorcio: “Ustedes fracasaron y nos dejaron en una situación económica muy delicada”, ha resumido Prats.
La consellera también ha asegurado “entender” la inquietud de los trabajadores del Consorcio por su futuro laboral, y ha garantizado que todas las nóminas se pagarán con puntualidad.