@Noudiari / La Peña Deportiva se ha impuesto en Santa Eulària al Marino de Luanco (4-0) y ha alcanzado, de forma virtual, la permanencia. Ese era inicialmente el objetivo, y ahora sueña, por qué no, con subir cotas mucho más altas.
El conjunto que entrena Raúl Casañ es cuarto en la clasificación y se propone a luchar por primera vez en su historia para disputar el play-off de ascenso a Segunda División A, a la categoría de plata del fútbol nacional.
El club de Santa Eulària no solo no ha jugado jamás una fase de ascenso a dicha categoría, sino que nunca antes ha conseguido la permanencia después de subir de Tercera a Segunda B.
Está la Peña, por tanto, ante la mejor temporada de su historia. Y ahora toca disfrutar, jugar sin presión e ir a por una meta que pondrá al club, al municipio y a los jugadores en un escaparate de primer orden a nivel estatal.
Los peñistas han demostrado ante el Marino de Luanco que su posición en la tabla clasificatoria del Grupo I de Segunda B no es producto de la casualidad. Ni de lejos. El cuadro insular ha disputado un partido muy serio que ha dominado de cabo a rabo. Ha sido mejor, tanto en ataque como en defensa, y todos los jugadores, del primero al último, han rayado a gran altura.
Higor Rocha ha puesto a los suyos por delante en el marcador tras una gran acción iniciada por Pipo, continuada por Fraile y culminada por el primero con un tiro raso y cruzado ante la salida del portero. Solo ocho minutos más tarde, el propio Rocha ha logrado, a la salida de un córner, el segundo de su cuenta particular y de su equipo para dejar el partido perfectamente encarrilado a las primeras de cambio.
En la segunda parte, David, tras una internada por el flanco derecho, ha marcado el tercero para la Peña cuando corría el minuto 79. Parecía que estaba todo resuelto, pero un penalti a favor de los visitantes amenazaba la tranquila mañana que estaba viviendo el equipo de casa.
Sin embargo, Torres, en una gran intervención, paró el disparo de Álex desde los once metros y el rechace posterior para mantener su portería a cero y aplacar, por completo, los ánimos de un rival que no estaba haciendo nada especialmente mal pero que, a pesar de ello, iba perdiendo 3 a 0 y tenía un jugador menos sobre el rectángulo por la expulsión de Boedo.
Para cerrar la goleada, Pepe Bernal, en tiempo de descuento, anotaba el cuarto para su equipo y dejaba planchado a un Marino de Luanco que poco o nada pudo hacer para frenar a un rival en estado de gracia.
Con esta victoria, la Peña empieza a vislumbrar un panorama muy distinto al que tenía en mente a principio de temporada. La permanencia está más que asegurada y ha llegado el momento de disfrutar del fútbol sin ningún tipo de presión y con el único propósito de llegar hasta donde su juego le lleve. A partir de ahora está permitido soñar.