@Noudiari / La UD Ibiza se ha impuesto por 0 a 2 al Atlético de Baleares, líder de la categoría, en un partido muy serio y disputado que deja al conjunto ibicenco segundo a solo dos puntos del primer puesto por el que opositan ambos clubes para ir al play-off de ascenso como campeón del Grupo I de Segunda División B.
Nadie en lo que va de temporada había logrado ganar en el Estadi Balear, lo que redimensiona el valor de la victoria conseguida por el conjunto de Pablo Alfaro, que además de recortar diferencias con su máximo rival en la disputa por el título le asesta un golpe moral que puede ser clave en este tramo final de la Liga.
La primera parte fue eléctrica, intensa y con un constante cuerpo a cuerpo en todas las zonas del campo, especialmente en la ancha. Ninguno de los dos equipos estaba dispuesto a ceder un centímetro al otro y no había, por tanto, un segundo de descanso ni de tregua. Con el rectángulo convertido en un auténtico campo de batalla, el Ibiza parecía sentirse más cómodo, más preparado para este tipo de lucha y más centrado en cuál era su misión. Tenía un plan y lo siguió al dedillo. Un plan que resultó ganador.
El Atlético Baleares no se encontraba cómodo y le costaba salir con el balón controlado. Esto daba pie al Ibiza a moverse con cierta regularidad pero sin mucho peligro por las inmediaciones del área del equipo local, donde Ángel Rodado se convertía una pesadilla para la zaga con su constante esfuerzo por robar el cuero y evitar que los de casa tuvieran una salida de balón medianamente aseada. Fue, sin duda, una de las claves del triunfo.
El primero
En el minuto 17 llegó primer el gol del Ibiza, en un lanzamiento lejano y sin aparente peligro de Kike que, sin embargo, superó por debajo del brazo y el cuerpo al portero del Baleares en lo que se denomina una cantada de libro que daba alas al Ibiza. Mandaba el conjunto de Alfaro en el marcador y en el campo ante un líder que no hallaba la manera de poner en jaque al bloque ibicenco, de meterle mano ni el susto en el cuerpo.
Solo Gabarre, en el minuto 31, pudo empatar para el Atlético Baleares en la primera parte, pero su disparo se topó con la providencial intervención de Germán, que sacaba desde el piso un balón que iba directo a la red. Poco o nada más digno de mención, al margen de la brega, deparó el primer tiempo, cuyo resultado dejaba todo abierto y por decidir en los segundos 45 minutos.
Salió el Atlético Baleares en la segunda parte decidido a empatar el encuentro cuanto antes y puso en apuros al Ibiza en los primeros compases de la reanudación. Pero, poco a poco, el Ibiza se fue sacudiendo el acoso y la presión ejercida por su adversario y volvió a rondar el área rival con cierto peligro.
Otro error clave
En una de sus llegadas forzó el error de Peris, que en su intento por despejar un balón fuera del área le pegó mal al cuero y este acabó entrando en su propia portería. Subía el 0 a 2 al marcador en el minuto 74 para incredulidad de la grada local y júbilo de los cerca de 300 aficionados del Ibiza desplazados a Mallorca para ver el duelo. Sonaban sus cánticos por encima de los de la hinchada local, igual que su equipo estaba pasando por encima de su rival unos metros más abajo, en el verde.
El segundo tanto dejó planchado al Baleares. Además, los cambios ofensivos introducidos por su técnico no surtieron tampoco el efecto deseado y el Ibiza supo jugar con cabeza, mirando el marcador y conservando la ventaja de dos goles hasta el final.
Tres puntos importantísimos, en síntesis, para un Ibiza que ahora más que nunca cree en sus posibilidades para hacerse con el título de campeón y que con este resultado pone el golaverage a su favor en caso de empate a puntos al término de la competición ligera.
De todas formas, aún está dos puntos por debajo del líder, el propio Atlético de Baleares, que a buen seguro todavía no ha dicho su última palabra en la competición y que tiene equipo de sobra para mantener sus opciones si no pierde el norte. La Liga, eso sí, está más apretada y emocionante que nunca.