@Noudiari / La Mesa del Turismo, de la que es miembro honorario Abel Matutes, presidente de Palladium Hotel Group, ha emitido un comunicado en el que no oculta su preocupación por una «situación sin precedentes» por el coronavirus y que el sector turístico tiene que afrontar cuando falta menos de un mes para las vacaciones de Semana Santa.
«El clima de incertidumbre generado por la crisis sanitaria del coronavirus y la alarma social, provocada en parte por la cobertura mediática, se están traduciendo en un goteo de cancelaciones y caída de reservas en agencias de viajes y hoteles que amenaza seriamente con arruinar la primera gran escapada del año», aseguran.
No obstante, ante la ola de consternación social provocada por la epidemia del Covid-19, la Mesa del Turismo «se congratula de la reacción cohesionada del sector turístico».
“Nuestras empresas han mostrado desde el primer momento total disposición para colaborar en la contención de este episodio sanitario que es imperativo abordar como una prioridad de salud pública”, declara Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo, un cargo que Matutes ocupó durante diez años.
«Desbordamiento de alarma social»
Para la Mesa del Turismo, en estos momentos es tan importante controlar la propagación del coronavirus «como contener el desbordamiento de la alarma social que se ha generado en los últimos días».
En este sentido, pide «un ejercicio de responsabilidad a los medios de comunicación para que realicen su imprescindible labor sin alentar el miedo entre la población ni disparar la alarma».
Las autoridades sanitarias españolas están actuando, a juicio de la Mesa, con la diligencia debida, «aplicando los protocolos actualizados que las circunstancias exigen y tanto la población española como los turistas pueden sentirse seguros».
La seguridad y los elevados estándares del sistema sanitario han sido durante décadas, y continúan siendo, «atributos característicos de España como destino turístico», subrayan.
Por eso, sin dejar de reconocer que enfrentamos circunstancias extraordinarias, la Mesa del Turismo reitera su llamamiento a todos los estamentos para evitar proyectar una imagen exagerada o distorsionada que agrave las dificultades, «ya de por sí insoslayables», de la situación actual.
Incluir el turismo en los planes de recuperación
Por ser una actividad transversal y caracterizada por la interacción entre las personas, «el turismo se está viendo directamente impactado por el brote de coronavirus», afirman.
Así, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja aplicar restricciones a los viajes y el turismo, «es innegable que el sector se está resintiendo».
La Organización Mundial del Turismo (OMT) ya ha adelantado una disminución de las llegadas internacionales de turistas a nivel global en 2020 y ha reclamado sensibilidad por parte de los gobiernos para incluir al sector en los planes de recuperación que se pongan en marcha.
La Mesa del Turismo se posiciona del lado de la OMT y, atendiendo al impacto económico del coronavirus, «reclama que se orquesten medidas para que las empresas puedan remontar cuanto antes el bache».
“Demandamos al Gobierno que, a la mayor brevedad posible, diseñe y ponga en marcha un plan de recuperación donde se incluya al turismo y que contemple acciones específicas para sus empresas, de tipo laboral, fiscal, y de promoción y comunicación”, concreta Molas.
La Mesa reitera que la salud pública es la prioridad absoluta en estos momentos, pero matiza «que no por ello se debe descuidar el impacto de este brote sobre la propia economía».
Medidas «como reducciones extraordinarias de las cotizaciones sociales, aplazamientos en la liquidación del IVA, líneas de créditos blandos para las pymes, entre otras, son herramientas que el Gobierno tiene a su alcance para frenar el impacto del coronavirus en la esfera empresarial, estableciendo las condiciones para su recuperación cuando la situación retorne a la normalidad», subrayan.
Ayudas similares a las de Austria
En este sentido, la Mesa del Turismo destaca el ejemplo de Austria que, sin ser uno de los principales destinos turísticos, ya ha puesto en marcha ayudas al sector por valor de 100 millones de euros.
«De esta forma, el país centroeuropeo pretende evitar que la bajada del turismo genere una falta de liquidez en las empresas que les impida continuar funcionando y pagando a sus trabajadores y proveedores», explican.
«Una decisión desafortunada»
En mitad de esta coyuntura adversa, «el Gobierno sorprendió a finales de febrero con el anuncio de un impuesto especial al transporte aéreo que se inscribe en su política de acción contra el cambio climático», recuerdan.
La Mesa del Turismo considera que este nuevo gravamen fiscal a las compañías aéreas impactará de pleno sobre el conjunto del sector turístico y no sólo el aéreo.
Por ello, alerta de que esta decisión política supone una imprudencia que viene a perjudicar al turismo, precisamente, cuando atraviesa por un momento crítico. “Poner al turismo en la cuerda floja no es la respuesta al desafío climático que el sector merece, ni que puede permitirse un país cuya principal actividad económica es la turística, máxime en la situación presente”, señala Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo.
Por esta razón, a escasos días para que concluya el plazo de consulta pública del proyecto del nuevo impuesto, insta al Gobierno a replantearse una iniciativa que ha suscitado el rechazo de todos los subsectores representados en la Mesa.
La asociación turística argumenta que es una decisión desafortunada penalizar vía fiscal al sector aéreo por dos razones «evidentes»: «que la contribución del transporte aéreo a las emisiones de gases de efecto invernadero es limitada en comparación con otros sectores de actividad -oscilando entre el 2% y el 5%-; y que la industria aeronáutica lleva años realizando cuantiosas inversiones destinadas a renovar su flota y a la investigación de nuevos combustibles que mitiguen su impacto medioambiental».