@Noudiari / Un alumno de Secundaria de Ibiza de 12 años de edad relata en primera persona y en colaboración con su hermana, de ocho, su día a día confinado en casa junto a sus padres. Su idea es hacer un ‘cuaderno de bitácora’ mientras dure el “encierro”. Desvelarán sus identidades una vez concluya el Estado de Alerta decretado por el Gobierno y un día antes de que puedan volver a clase, tal y como ambos han acordado.
Día 23 de bloqueo social.
Mañana es un día importante. Nos dan las notas del segundo trimestre.
El día de las notas siempre salíamos antes de clase y nos parábamos a tomar una refresco y unas patatas en el bar de abajo de casa.
Si las notas eran buenas, pagaban mis padres. Si eran malas, pagábamos nosotros. Ese es el trato.
Pero mañana va a ser diferente. Los profes/taladradores virtuales van a llamar por teléfono a mis padres para darles las notas.
Yo creo que sería mejor que enviasen las notas por e-mail. No se lo han pensado bien.
Vale que mis profes demuestran tener buena salud mental si son capaces de soportar a 30 sacos de hormonas cada mañana de lunes a viernes sin acabar autoagrediéndose en la cabeza con los cantos de los pupitres.
Pero con 30 conversaciones telefónicas con 30 madres/padres/tutores legales o quien pille el móvil en ese momento para darles las notas, van a acabar teniéndose que enchufar el cargador del teléfono en el cráneo para recuperar energía.
No sé con los otros pero con mi madre les va a hacer falta.
Mi hermana y yo seguiremos contando mañana cómo va esto del encierro.
Vamos a ser positivos…aunque saquéis malas notas..os ahorráis la invitación, menos mal, algo bueno¡
Buena semana santa chicos¡