Empresas / La Policlínica Nuestra Señora del Rosario ha comprobado que la administración de ozono puede ayudar a los pacientes con COVID-19 de una maneraespectacular.
Lo más curioso es que no es necesario esperar muchos días para observarla mejoría.
Tras 2-3 sesiones de tratamiento la mejoría es evidente.
Muchos pacientes que estaban a punto de ser intubados y conectados a ventilación mecánica han podido, gracias a la terapia con ozono, no solo evitarlo sino mejorar hasta el punto de no requerir oxígeno con tan solo unas sesiones de tratamiento.
El ozono tiene multitud de efectos biológicos beneficiosos.
Dos de los principales efectos biológicos del ozono son la mejora de la oxigenación a nivel tisular, y su efecto inmunomodulador consiguiendo así que disminuya la respuesta inflamatoria que sufren estos pacientes, a ello se une su potencial efecto viricida.
Por tanto, la terapia con ozono es muy prometedora.
En Italia, en el Hospital Universitario Santa María della Misericordia de Udine se ha administrado a 36 pacientes con neumonía por COVID-19 que presentaban insuficiencia respiratoria y sólo un 3% necesitó de intubación frente al 15% habitual, es decir, una quinta parte se libró de tener ser que ser intubados; teniendo en cuenta la alta mortalidad de los pacientes intubados es un logro adestacar.
En China hay 4 ensayos clínicos en marcha y los resultados provisionales no pueden ser más esperanzadores.
“En España, solo nosotros hemos empezado a administrarlo con la preceptiva autorización del comité de Calidad del centro hospitalario, y los resultados han sido espectaculares”, afirma el Dr. Alberto Hernández, Médico Adjunto de Anestesia y Reanimación en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, del Grupo Policlínica en Ibiza.
“Hemos registrado un ensayo clínico, pero necesitamos decirle al mundo que el ozono es una terapia muy efectiva y beneficiosa en estos pacientes y que debemos incorporarla de inmediato al tratamiento de estos pacientes”.
El Dr. José Baeza, Presidente de la Sociedad Española de Ozonoterapia y Vicepresidentede la Federación Mundial de Ozonoterapia (World Federation of Ozone Therapy), no solo está de acuerdo con las afirmaciones del Dr. Hernández, sino que a través de él se coordina la información de la aplicación de ozonoterapia por todo el mundo contra el COVID-19, y está observando los claros beneficios en los ensayos clínicos que están en marcha.
El Dr. José Baeza afirma que, “dada la ausencia de un tratamiento eficaz o una vacuna y en el contexto de la emergencia sanitaria actual, todos los pacientes ingresados deberían recibir terapia con ozono ya que se está evidenciando un beneficio claro, y la terapia con ozono no presenta efectos secundarios significativos”.
El primer paciente tratado
El 4 de abril, se autorizó en nuestro centro a tratar el primer paciente.
Tras presentación en sesión científica médica los potenciales beneficios de la terapia con ozono, el grupo de expertos del centro en la infección por COVID-19: las Dras Montserrat Viñals y Asunción Pablos, del servicio de Medicina Interna; la Dra. Adriana Martín, del Servicio de MedicinaIntensiva, y la Dra. María Victoria Velasco, del Servicio de Urgencias de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, en Ibiza, dio su aprobación al protocolo de actuación de administración de autohemoterapia mayor con ozono en pacientes con COVID-19 presentado por el Dr. Alberto Hernández al Departamento de Calidad en los días previos para su autorización por la Dirección Médica del centro.
Un varón de 49 años que ya había requerido de ingreso en UCI estaba en planta deteriorándose.
Se había deteriorado hasta el punto de que requería oxígeno con la máxima concentración y, aun así, oxigenaba sus pulmones de manera deficitaria.
Estaba prevista la intubación y conectar a la ventilación mecánica, pero, sorprendentemente, tras la primera sesión de ozonoterapia, la mejoría fue significativa pudiendo disminuirse los requerimientos de oxígeno.
El Dr. Alberto Hernández nos explica que “la mejora tras la primera sesión de tratamiento con ozono fue espectacular, nos quedamos sorprendidos, su frecuencia respiratoria se normalizó, sus niveles de oxígeno se incrementaron y pudimos dejar de suministrarle tanto oxígeno ya que el paciente era por sí solo capaz de oxigenarse. Para nuestra sorpresa, cuando hicimos un control analítico, observamos cómo la Ferritina, una determinación del análisis que se está empleando como marcador pronóstico en esta enfermedad, no solo no había seguido la tendencia al alza, sino que había descendido significativamente; ese descenso siguió en los días sucesivos. Este resultado nos animó a administrárselo a otros pacientes que están siguiendo la misma mejoría que nuestro primer paciente”.
La clave
El Dr. Alberto Hernández nos explica que hay dos elementos clave en esta enfermedad que están llevando desgraciadamente a la muerte a muchos pacientes.
“Por un lado, se produce un efecto inflamatorio brutal, lo que llamamos tormenta de citocinas y, por otro, hay una afectación de la microcirculación con formación de microtrombos”.
El Dr. Alberto Hernández, que acaba de publicar un artículo de opinión en la Sociedad de CuidadosNeurocríticos de EEUU (https://currents.neurocriticalcare.org/currents/blogs/currents-editor/2020/03/31/the-spanish-experience-and-insight-covid-19) afirma que tenemos varias maneras de contrarrestar esa tormenta de citocinas, la tradicional, que es administrando corticoides a dosis altas, y que tiene el inconveniente de deprimir el sistema inmune por lo que se debilita el organismo de manera importante predisponiendo a más infecciones y al fortalecimiento del virus, o la que él propone, que es administrar vitamina C a altas dosis por vía intravenosa o lo más sencillo que es administrar ozono, ambos son capaces de contrarrestar la tormenta de citocinas y ambos tienen poder viricida.
Pero además, el ozono, gracias a su acción sobre los glóbulos rojos, mejora el transporte de oxígeno a los tejidos y, en consecuencia, mejora la microcirculación al hacerla sangre más fluida y estimular la liberación de óxido nítrico, que es un potente vasodilatador que mantiene el tono vascular dilatado en la proporción exacta para conservar la presión arterial en valores normales y permitir la perfusión tisular, además detener una acción antiagregante plaquetaria.
Por tanto, con el ozono podemos tratar de manera sencilla los 2 principales problemas fisiopatológicos que tienen estos pacientes: la inflamación por la suelta de citocinas, y la formación de microtrombos en la circulación periférica.
El Dr. Alberto Hernández ha dirigido una publicación sobre este tema para su difusión médica en la Revista Españolade Anestesiología y Reanimación titulada Dos terapias conocidas podrían ser efectivascomo adyuvantes en el paciente crítico infectado por COVID-19.
Así pues, dados los resultados tan claros que estamos consiguiendo, nos dice el Dr.Alberto Hernández “que nadie dude en contactarnos a mí o al Dr. José Baeza para poder establecer los circuitos y la estructura adecuada para poder incorporar la terapia con ozono en la mayor brevedad posible en los diferentes centros hospitalarios que lo deseen”.
Desde el Grupo Policlínica, nos dice el Dr. Francisco Vilás, CEO del mismo: “estaremos encantados de contribuir y ayudar a cualquier centro hospitalario que nos solicite ayuda, en unas circunstancias tan excepcionales como las que estamos viviendo. Que nosotros podamos contribuir a ayudar en esta desgraciada pandemia nos llena de orgullo, y pondremos a disposición de quien nos lo solicite nuestros medios humanos y técnicos y nuestra experiencia con la terapia con ozono”.
Toda una serie de afirmaciones que sólo persiguen una cosa desde la absoluta irresponsabilidad.
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Ni hay grupo de control, ni muestra bastante.