@LauraFArambarri / Del papel higiénico a ‘montarse’ el bar en casa. De los primeros días de pánico a una situación más tranquila, en la que la gente se dedica a hacer pasteles y a quedar con sus amigos para tomar unas cañas delante del ordenador.
Eroski e Hipercentro, dos de las cadenas de supermercados más importantes de Baleares, explican a Noudiari cómo ha evolucionado el consumo en Ibiza en este primer mes de confinamiento.
Joan Ripoll, responsable de comunicación de Eroski Baleares, explica que en la cadena han detectado tres oleadas de consumo.
En la primera, previa al confinamiento, «entró el pánico en el consumidor, que lo que hizo fue acaparar muchísima comida con larga fecha de caducidad. Conservas vegetales y cárnicas y papel higiénico llenaron los carritos en esa primera oleada», relata Ripoll.
A partir de ahí, los cambios en el consumo habitual se han debido a que, básicamente, los supermercados «han sustituido el hueco que ha dejado el cierre del sector HORECA: hostelería, restauración y cafeterías», relata Ripoll.
En Baleares se da, además, una circunstancia particular y es que el consumo en restauración fuera de casa es significativamente superior al de otras comunidades; no solo el generado por el turismo sino por los propios residentes, por eso se ha notado más que ese consumo se ha trasladado al supermercado y al hogar», explica el experto.
Cocina hasta quien no lo había hecho nunca
Ahora que la gente ha ganado confianza en el sector de la distribución y ha visto que no se rompía la cadena de llegada de alimentos y otros productos a las islas, se ha tranquilizado «y se ha dedicado más al arte culinario en casa», afirma el portavoz de Eroski.
«Incluso gente que no había cocinado en su vida lo está haciendo», asegura Ripoll, que confirma que se ha vendido y se está vendiendo muchísima harina, levadura (que ha llegado a agotarse) e incluso huevos, con momentos en los que era complicado conseguirlos. «Nos hemos llegado a quedar sin huevos porque la gente tenía docenas y docenas de huevos en casa», afirma. Y todo para hacer repostería casera.
Así, lo que comenzó siendo un consumo de acaparamiento para mucho tiempo, se ha convertido, semana tras semana, en un consumo de impulso (segunda ola). La gente trata de disfrutar en casa, en la medida de lo posible, y trata de dar normalidad a su vida trasladando las cañas con los amigos a grupos de Whatsapp o los encuentros festivos del fin de semana a sus hogares.
«Se venden más cervezas de las que se vendía antes, y más ginebra, así como aperitivos», afirma Ripoll. «Lo que antes hacían en el sector HORECA, ahora lo hacen en casa», subraya.
La tercera ola que espera el sector en Baleares es algo más equilibrada, «porque la gente no hace acaparamiento como antes, como mucho hace la compra para una semana». Compras, por así decirlo, más normales aunque espaciadas.
Por su parte, Alfonso Díaz, gerente de Hipercentro en Ibiza, aunque se pronuncia en la misma línea que Ripoll, asegura que es «muy difícil» sacar conclusiones de los hábitos de consumo en comparación con el año pasado, porque hay que tener en cuenta que en la Semana Santa de 2019 Ibiza recibió a miles de turistas que hicieron compras en las cadenas de alimentación. Unos turistas que este año no han venido por el cierre de puertos y aeropuertos y las medidas de confinamiento.
Coincide en que hubo una tendencia al acaparamiento durante la semana anterior al decreto del Estado de alarma, pero que, a partir de ese momento, «se ha ido estabilizando el consumo».
Los primeros días, en Hipercentro vieron cómo se disparaba el consumo de legumbres, arroz y papel higiénico.
Se agotan hasta los guantes de fregar
Días después, comenzó a dispararse el consumo de harina y levadura en esta cadena, que también ha detectado un incremento muy notable de venta de desinfectantes, alcohol, soluciones hidroalcohólicas y de guantes, incluso los de cocina. Eso de debe tanto a que hay mucha demanda como a que ha habido gente que ha acaparado productos de esta línea. «Son carencias que no tendrían que haberse dado si no hubiese habido ese acaparamiento», puntualiza Alfonso Díaz.
En Hipercentro apuntan que últimamente se ha disparado el consumo de aperitivos, palomitas, frutos secos, chocolates y galletas. Productos de «recompensa» al final de la jornada que hacen más llevaderos estos monótonos días de confinamiento, apunta Díaz.
En lo que respecta a cervezas, vinos y licores, comparar las ventas de alcohol de este año con las del año pasado no le parece muy fiable a Díaz porque, insiste, de por medio ha estado la Semana Santa, cuando las ventas de este tipo de productos en Ibiza suelen ser más altas que las de los días normales, precisamente por la llegada de turistas que este año no han venido.
En Hipercentro sí que han tenido que hacer ajustes en los productos que ofrecen en sus expositores, como ha sucedido en otras cadenas, porque los fabricantes también los han hecho a su vez. Es decir, una fábrica que hace habitualmente siete variedades de pan, ahora hace cinco. Lo mismo ha pasado con el papel higiénico, pero en los últimos días ya han conseguido volver a ofrecer todas las referencias que tenían de este producto.
Un comité de avituallamiento evita que haya desabastecimiento
El Govern balear y los distribuidores de Baleares mantienen una reunión una vez a la semana en un comité de avituallamiento que garantiza que en Baleares no se rompe la cadena de valor de la distribución.
Ponen sobre la mesa cualquier incidencia de distribución que pueda haber.
Gracias a esta comisión ya se han previsto y subsanado importantes incidencias que podrían haber afectado a las islas y no lo han hecho.
Las empresas ya han mantenido unas cuatro o cinco reuniones con el vicepresidente del Govern, Juan Pedro Yllanes, en este sentido. Este miércoles celebran una nueva reunión.
«El seguimiento es muy detallado y exhaustivo», confirman a Noudiari, dada la especial situación de la islas que prácticamente dependen al cien por cien del barco en la gran distribución de alimentos y productos básicos.
Los acaparadores se siguen llevando la harina y la levadura. No hay harina para hacer pan desde el comienzo del encierro. Hoy he visto a un tipo llevarse 9 paquetes de levadura, para hacer 15 kg de pan.