@LauraFArambarri / Durante esta cuarentena he sido María Estuardo. He sido una niña brillante y consentida en Francia y una reina en Escocia. He perdido la cabeza por Bothwell y he caminado hacia el patíbulo con un porte más allá de lo humano para perder, esta vez literalmente, la cabeza sobre el tajo.
Lo he sido gracias a la magnífica biografía María Estuardo de Stefan Zweig, editada por Acantilado.
Durante esta cuarentena he viajado a Colonia, en Alemania, y he jugado con los niños en un parque nevado. Me he parado delante de los escaparates dorados de las pastelerías. He viajado a la Ibiza del pasado, he vareado almendras y me he puesto un vestido de tergal con las mangas demasiado cortas para ir a la iglesia.
Lo he hecho gracias al entrañable Volando tiempos. Estampas desde Kölh del ibicenco Vicent Marí Tur Botja, editado por Balàfia Postals.
Durante esta cuarentena he viajado a Malabo y he conocido a Barbie y Mariposa. Dos aspirantes a cantantes y a actrices que se presentan a concursos de belleza y que guardan uno… o tal vez dos secretos.
Las he conocido gracias al estupendo libro de relatos Hombres de verdad, de Alberto Marcos, editado por Páginas de Espuma.
Durante esta cuarentena he vuelto a leer una carta de amor a una hija de no tengo, he recorrido unas ilustraciones para niños que no son para niños y he vuelto a transitar por páginas tintadas de verde hospital que me llevan de nuevo a un quirófano que me gustaría olvidar a veces, pero que ya forma parte de mí.
He regresado gracias al bello y también siniestro Roedores. Cuerpo de embarazada sin embrión, de Paula Bonet, editado por Literatura Random House.
Hoy, Día del Libro, día de Sant Jordi, las lectoras y los lectores sabemos que quienes leemos nunca estaremos completamente confinados.