@Noudiari / La Xarxa de Suport Mutu d’Eivissa, que nació en la isla a raíz de la crisis del COVID-19, ha denunciado que la familia canadiense que estaba fondeada en s’Espalmador en su barco Water dogs se ha visto obligada a trasladarse a Italia bajo amenaza de arresto si continuaba en aguas de Formentera.
Este colectivo de carácter social y humanitario, impulsado desde la ciudadanía para hacer frente al coronavirus «sin dejar nadie atrás», explica que tuvo las primeras noticias sobre la presencia de esta familia en aguas de Ibiza en marzo.
Así, recibieron una llamada de la Guardia Civil el pasado 24 de marzo en la que les pedían ayuda para proveer de alimentos a una familia que vive viajando a su barco desde 2016 y que se encontraba entonces fondeada en Portinatx.
En este momento, necesitaban que alguien les acercase alimentos a la costa puesto que no disponían de vehículo y tenían que caminar hasta la tienda de Sant Joan para comprar y regresar de nuevo al barco para continuar con el confinamiento.
Valerie y Gavin, que así se llama la pareja, trabajaban como cirujanos en Canadá y desde hace cuatro años viajan por el mundo con sus tres hijos menores de edad.
El 17 de abril, Suport Mutu d’Eivissa volvió a tener noticias de la familia.
«Nos hicieron llegar una carta ofreciéndose, en caso de necesidad, a colaborar como médicos durante la emergencia sanitaria».
Además, les comunicaron que estaban ya fondeados en s’Espalmador, junto al velero de Rafael Lambies, que también se ha visto obligado a regresar a Valencia, y pedían ayuda para proveerse de nuevo de alimentos después de tres semanas de confinamiento total en el barco.
«Hasta ahora, habían sido autorizados a desembarcar con una lancha para comprar en tierra firme, pero, por alguna razón, ahora la Guardia Civil y Autoridad Portuaria se lo impiden, denegándoles la ayuda e instándoles a hacer una última compra para regresar a su puerto de origen, en Canadá, cosa imposible en estos momentos», denuncia el colectivo.
La familia hizo la compra online en un supermercado de Formentera, que acercó amablemente los alimentos a un lugar donde Gavin pudiera recogerlos en una lancha.
«Tanto las embajadas británica y candiense, como la subdelegación del Gobierno en Ibiza y Formentera les han instado a abandonar las aguas de s’Espalmador bajo amenaza de arrestro», según subraya el colectivo denunciante.
Finalmente, el 20 de abril la familia candiense contactó con la Marina italiana que aceptó su llegada al puerto de Cerdeña.
Al día siguiente emprendieron el viaje de vuelta a pesar de la mala mar y tras agradecer el apoyo a la Xarxa de Suport Mutu d’Eivissa.
Este colectivo denuncia «la falta de soluciones ofrecidas tanto por la Guardia Civil, como por las autoridades portuarias y la subdelegación de gobierno español en Ibiza y Formentera».
Consideran que, del mismo modo que cualquier familia puede ir al supermercado, esta podría haberlo hecho con todas las precauciones que toman todos los ciudadanos, ya que su barco es su vivienda desde 2016 y no iban a poner en riesgo la vida de nadie.
Consideran que se ha puesto en riesgo la salud y seguridad de Valerie, Gavin y sus tres hijos obligándolos a trasladarse a Italia.
«Queremos que Ibiza sea tierra de acogida, más allá de tratados y leyes injustas que pasan por encima de las personas y sus derechos. Por eso esperamos que, a partir de ahora, desde la Subdelegación de Gobierno de Ibiza se actúe con un criterio más humanitario ante casos como este», subrayan y acompañan el escrito con documentación que avala sus denuncias.
No está un español y van a estar unos canadienses.
Que se vayan a su lugar de origen!
Con lo bueno que es el Fletan….
Tenían que haberse hecho pasar por refugiados.