@Noudiari / La campaña de incendios comienza hoy en Baleares con la mayoría de las islas en nivel moderado de riesgo y con algunas zonas en riesgo alto, como se puede ver en la imagen superior.
Pero en Ibiza hay un punto ‘caliente’ que preocupa a responsables de la vigilancia de incendios en la isla, que explican a Noudiari el «gran peligro» que supone la acumulación de miles y miles de árboles derribados por la DANA que se registró en octubre del año pasado en la zona de Sant Antoni / Santa Agnès.
A pesar de la ingente labor del Parque Insular de Bomberos, del Ibanat y de voluntarios de Protección Civil para retirar árboles y despejar caminos, que se ha prolongado desde el día después de la catástrofe hasta hoy, la realidad es que hay todavía decenas de miles de árboles derribados que, por una parte, están cada vez más secos y, por otra, son un foco de plagas. «Es un polvorín. Es más grave y peligroso de lo que podría parecer», apuntan.
La mayor parte de los montes afectados son de titularidad privada y son los propietarios los que se deben hacer cargo de retirar los árboles.
Además, muchos de ellos están en lugares poco accesibles o directamente inaccesibles, lo que complica todavía más la retirada.
El Fons de Garantia Agrària i Pesquera (FOGAIBA) del Govern balear abrió tras el desastre una línea de ayudas por un importe total de 1,7 millones de euros con cargo al impuesto del turismo sostenible. La inversión subvencionable era de entre 3.000 y 30.000 euros por beneficiario.
A esta línea de ayudas podían acceder propietarios y titulares de parcelas forestales inscritas en el Registre Insular Agrícola (RIA).