V. R. / La Segunda División B está que arde. Da la impresión de que hay varios clubes que no parecen interesados en jugar el play-off exprés que propone la Federación Española para esclarecer los ascensos de categoría y han cargado duramente contra la vuelta a los entrenamientos de la UD Ibiza. Es, sobre todo, el caso de los líderes de algunos grupos.
Las airadas reacciones de, por ejemplo, el Atlético Baleares, pero también de otros, sobre el regreso al trabajo de los jugadores del club ibicenco no ha sentado nada bien en la Isla ni entre la afición del conjunto que preside Amadeo Salvo.
Así las cosas, podría parecer que la postura adoptada por estos clubes y los ataques del Baleares hacia el Ibiza responden a una estrategia para tratar de subir a Segunda A de forma directa, apelando a su condición de líderes y eludiendo la necesidad de volver a jugar esta temporada. Lo que se llama, en el argot futbolístico, un ascenso en los despachos.
El gerente del Baleares, Guillermo Pisano, ha arremetido duramente contra la UD Ibiza, como se aprecia en el vídeo que puede verse a continuación de estas líneas y que corresponde a una noticia emitida por la televisión autonómica balear IB3.
Sin embargo, de lo que no habla Pisano, y que podría ocultar las intenciones reales del Baleares, es que su club está inmerso en un ERTE, situación en la que no se encuentra la UD Ibiza, y además varios de sus jugadores y el preparador físico no están en la Isla, en Mallorca, y su regreso es especialmente complicado.
Así, la vuelta al trabajo es más difícil, y la solución a los problemas reales de la entidad poco o nada tienen que ver con los protocolos sanitarios a los que se aferran sus gestores, como también relata IB3 en la siguiente pieza.
En vista de la polémica generada, fuentes del Ibiza consultadas por este medio recuerdan que los protocolos para volver a los entrenamientos deben elaborarse desde los propios clubes, como en cualquier empresa privada o institución pública, siempre ajustándose a las indicaciones que marca la orden del Ministerio de Sanidad que se publicó en el Boletín Oficial del Estado el pasado 9 de mayo, así como la resolución de la Presidencia del CSD del 4 de mayo. En ese documento se detallan las condiciones mínimas de seguridad e higiene, y el resto de procesos informativos.
Este organismo –recalcan desde la entidad celeste– ha confirmado en varios medios de comunicación el derecho de los equipos que compiten en ligas consideradas como no profesionales para volver a ejercitarse en una instalación deportiva siempre que se respeten las indicaciones de las autoridades sanitarias en materia de limpieza, higiene, desinfección, control de temperatura, distancia de seguridad y acceso de personal autorizado, algo a lo que el Ibiza se ajustado al milímetro.
Seguridad
Los departamentos médicos y de seguridad en el trabajo del Ibiza, junto con expertos sanitarios de su patrocinador Power Electronics, han trabajado coordinadamente desde el 14 de abril para desarrollar un protocolo que ha empezado a aplicarse esta semana, con el regreso de los futbolistas a Can Misses. Las instituciones locales tiene en su poder los protocolos referidos a la orden ministerial y no se ha opuesto a esta actividad iniciada por el Ibiza, que cuenta con el respaldo de la administración.
Según los mismos, en el estadio solamente podrán coincidir dos futbolistas, los dos miembros del cuerpo técnico con los que se ejercitarán –respetando una distancia de seguridad de diez metros–, dos fisioterapeutas y el responsable de la limpieza y desinfección de las instalaciones durante las sesiones de entrenamiento.
Asimismo, para aumentar la seguridad de los empleados del club, desde el Ibiza inciden en la importancia del cambio de rutinas que contempla el protocolo: el vestuario, la lavandería o la sala de prensa han sido clausuradas; el aforo en el despacho de técnicos, limitado a dos personas; el almacén se desinfecta exhaustivamente de forma periódica, y en la zona médica solamente está permitida la entrada de dos jugadores y dos fisioterapias, que trabajan guardando una distancia de cinco metros entre las camillas.
En el Ibiza inciden en que todo el trabajo está siendo evaluado y monitorizado por una comisión de control que se reúne de forma diaria y está integrada por un miembro del cuerpo técnico, el médico de la entidad, un fisioterapeuta y el responsable de la limpieza y desinfección.
Además, todos los empleados del club se sometieron a un test serológico el día anterior al inicio de los entrenamientos en el campo municipal, prueba que se repetirá antes del cambio a las siguientes fases de la desescalada.