Joan Miquel Perpinyà / El Govern balear que integran PSOE, Podemos y Més per Mallorca, ha aprobado un decreto ley de medidas urgentes de protección del territorio. Al parecer, estos tres partidos consideran que ahora hay que adoptar medidas que no fueron abordadas en la Ley de Urbanismo aprobada en diciembre de 2017 y en vigor desde el año 2018. Precisamente ahora les han entrado las prisas por resolver un problema que “se arrastra desde hace mucho tiempo”, según explican los socialistas en Twitter, pese a lo cual no fueron capaces de solventarlo en la nueva legislación aprobada en la legislatura pasada. Tampoco los socialistas ibicencos ni Podem-Guanyem, por más que ahora digan que el decreto se queda corto, fueron capaces de desclasificar suelo urbanizable para convertirlo en rústico, ni tampoco prohibir edificar en las Áreas de Protección de Riesgo (APR), algo que pudieron hacer cuando aprobaron la modificación del Plan Territorial Insular. ¿Por qué no lo hicieron cuando gobernaban en el Consell d’Eivissa?
Ahora el Govern, para acallar las críticas de complacencia con el sector turístico y de la construcción para impulsar la economía ante la severa crisis económica generada por la pandemia del Covid-19, se sacan de la manga un decreto ley que no está justificado en absoluto. No hay ninguna razón de extraordinaria y urgente necesidad para tramitar esta modificación urbanística por la vía del decretazo.
En Ibiza nadie parece contento con el decreto aprobado. Pese a que Més per Mallorca lo califica de histórico, su sucursal Guanyem Eivissa lo critica con dureza y lo considera decepcionante.
En Ibiza nadie parece contento con el decreto aprobado. Pese a que Més per Mallorca lo califica de histórico, su sucursal Guanyem Eivissa lo critica con dureza y lo considera decepcionante. En Podem Eivissa tampoco se dan por satisfechos y dicen que es “agridulce”, aunque lo han aprobado en Consell de Govern y lo votarán a favor en el Parlament, lo que no deja de ser una incoherencia descomunal. El PP lamenta que el Govern no ha contado con ellos ni con el Consell d’Eivissa, que gobiernan con Ciudadanos, que también critica la invasión de competencias impulsada desde Palma.
El único verdaderamente contento es el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, que ha logrado salvar sus proyectos de urbanización de Sa Joveria y Can Escandell.
El único verdaderamente contento es el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, que ha logrado salvar sus proyectos de urbanización de Sa Joveria y Can Escandell. La nueva norma los excluye de ser salvados de las excavadoras en lo que puede calificarse de descarado urbanismo a la carta. Ruiz, además, tiene la desfachatez de declararse defensor de proteger el suelo rústico, cuando no hay en su ciudad ni un palmo de rústico. Que no construyan los demás, que yo tiro adelante con mis urbanizables, debe pensar el primer edil de la capital. Tiene mérito porque es algo que no ha conseguido el líder de los socialistas ibicencos y alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas ‘Agustinet’, cuyo municipio se verá afectado en cuatro terrenos urbanizables en Cala Tarida y Cala Vedella.
¿Y a mí que me cuenta?, se preguntará usted, amigo lector, que ni tiene solares ni es constructor. Pues sí le afecta. Si hay menos suelo disponible para construir vivienda, el precio de la vivienda se encarece.
¿Y a mí que me cuenta?, se preguntará usted, amigo lector, que ni tiene solares ni es constructor. Pues sí le afecta. Si hay menos suelo disponible para construir vivienda, el precio de la vivienda se encarece. Es la ley de la oferta y la demanda. Como ya estaba difícil el asunto en las Pitiusas, pues hágase una idea de cómo será a partir de ahora. Por no hablar de que el decreto se ha cocido en Palma, sin atender las demandas de las instituciones ibicencas y lo ha redactado el conseller de Medi Ambient y Territori, Miquel Mir de Més per Mallorca, formación que no tiene presencia en las Pitiusas. Y luego dicen que solucionan problemas..