EFE / El Consell de Formentera, isla que el lunes estrena la fase 3 de la desescalada, ha aprobado la apertura de los kioscos de playa, que deberán adaptarse a los protocolos sanitarios del sector de la hostelería, han explicado a Efe desde la institución insular.
La aprobación tuvo lugar ayer jueves en comisión de gobierno, y dos chiringuitos de la Platja de Migjorn ya han mostrado su intención de abrir puertas, entre este viernes y el lunes, mientras que el resto lo hará “escalonadamente”.
Para la apertura de los chiringuitos, este viernes se están llevando los replanteos, que consisten en la certificación por parte del Consell de Formentera y de la Demarcación de Costas, de que cumplen la normativa.Uno de los primeros en poner en marcha este servicio es Paco Herraiz, concesionario del Kiosko 62 de la Platja de Migjorn, que abrirá puertas mañana sábado, consciente de que sólo tendrá público local ante la falta de turistas en la isla.Según ha explicado a Efe, el protocolo sanitario que aplicará es el mismo que se ha elaborado para los restaurantes desde el Instituto para la Calidad Turística (ICTE) y el Ministerio de Sanidad. En su caso, irá “un poco más allá” y hará test rápidos semanales a los trabajadores “para comprobar que todo va bien”.
“Si damos seguridad a los trabajadores, se la daremos también, por ende, a los clientes y a los turistas, que es lo que queremos, que vengan y que se sientan seguros”, ha explicado Herraiz.
Aunque podrá abrir su kiosco con el 50% del aforo, que en su caso son dos mesas, Herraiz ha recordado que la “terraza” de su chiringuito “es la playa”, donde se puede mantener la distancia social.
“La gente puede venir, puede pedir y se puede ir a tomar una cañita sobre la arena mientras toma el sol”, ha añadido.
El empresario ha recordado que los kioscos de playa, que suman ocho en toda la isla, son un rasgo distintivo de Formentera y “un factor diferencial” con respecto a Ibiza.
“Representa lo que es Formentera: el menos es más, una playa más natural, un destino menos masificado. Es una estructura de madera integrada en la playa en contraposición a un ‘beach club’ de Ibiza”, ha concluido Herraiz.