NouDiari / La Asociación ‘PLIS Educación, por favor’, ha analizado a fondo 253 proyectos lingüísticos de los centros de Infantil y Primaria de Baleares, de un total de 307. Con unas conclusiones que no dejan en buen lugar la enseñanza en castellano. En concreto, afirman que «en la mayoría de centros de Educación Infantil –un 93%– el castellano es una lengua marginal y residual, teniendo más presencia el inglés como lengua vehicular de áreas no lingüísticas». La Ley establece que el castellano debe estar presente, como lengua vehicular para materias no lingüísticas, en al menos el 25% de las horas lectivas y que los padres tienen derecho de libre elección de lengua en la primera enseñanza.
Entre varias conclusiones del estudio, PLIS (Profesores Libres de Ingeniería Social) destaca que «todos los proyectos lingüísticos analizados, menos uno, se considera explícitamente al catalán como lengua vehicular, es decir, como lengua de enseñanza y aprendizaje en las materias o áreas no lingüísticas. En cambio, el 93% de los centros públicos y el 76% de los concertados eluden mencionar el castellano como lengua vehicular».
Afirman también que «en el 80% de centros de Educación Primaria, el castellano no es lengua vehicular del 25% de horas lectivas, incumpliéndose la ley, aunque no de forma tan clamorosa como en Infantil».
En los proyectos en que se explica la lengua en que se han de iniciar a los alumnos en la lectoescritura, «hay casi unanimidad en que sea únicamente en catalán en la etapa infantil y en primero de primaria, iniciándose la escritura en castellano en segundo de primaria», detallan.
Sólo el 27% de los proyectos lingüísticos recogen la libertad de elección de lengua de primera enseñanza tal como obliga la Ley de Normalización Lingüística, «aunque lo cierto es que lo hacen a modo de mera referencia retórica sin ningún efecto en la práctica. Se entiende por primera enseñanza la educación infantil y los dos primeros cursos de educación primaria», explican.
Otro de las conclusiones de los análisis de PLIS es que «un tercio de los centros no contempla en sus proyectos lingüísticos un plan medianamente serio de atención a alumnos de reciente incorporación, procedentes de otras partes de España o de países extranjeros. Entre quienes sí lo contemplan, ninguno se plantea qué lengua, castellano o catalán, es conveniente utilizar para estos alumnos en las materias no lingüísticas, como Ciencias Naturales, Ciencias Sociales o Matemáticas. Se da por sentado que todos los alumnos recién incorporados, sepan poco o nada de catalán, deben estudiar las áreas no lingüísticas en catalán, desoyendo los dictámenes de la UNESCO y las recomendaciones de los pedagogos, que recomiendan el uso de la lengua materna para el aprendizaje».
En los centros públicos, «el único idioma reconocido como lengua de comunicación interna y de la administración es el catalán. Apenas el 3% reconoce el bilingüismo en la comunicación interna».
En cuanto a la relación con las familias, «solo el 20% de los centros públicos contempla que en la comunicación con las familias se puedan utilizar catalán y castellano, mientras que el 80% restante reconoce solo el catalán. De este 80% algunos proyectos precisan que, en caso de reuniones con los padres, si alguien solicita atención en castellano se le atenderá al final de la reunión, haciéndosele un resumen. Esta situación supone una discriminación difícil de aceptar, ya que supone señalar y estigmatizar a los padres que piden que se les hable también en castellano. Muy pocos centros, siendo irrelevantes estadísticamente, precisan que, en caso de comunicaciones escritas, los padres puedan solicitar que se les envíe al menos la versión en castellano».
También destacan que en las actividades extraescolares y complementarias el castellano es residual. «Solo el 10% de los centros acepta que las actividades extraescolares y complementarias se puedan hacer en catalán o en castellano».
Más de un año de litigio con la Conselleria para poder acceder a los proyectos lingüísticos de los centros educativos
Este estudio se ha llevado a cabo tras un largo litigio, cuando en 2018 PLIS solicitó a la Conselleria de Educación de Baleares los proyectos lingüísticos de todos los centros escolares de Baleares. «Esta petición estaba motivada por el hecho de que gran parte de los centros no tenían expuestos sus proyectos lingüísticos en la web, tal y como ordena la ley.
Ante la negativa inicial de la Consejería de Educación de facilitar los proyectos lingüísticos, PLIS recurrió al CRAIP (Comisión para las Reclamaciones de Acceso a la Información Pública), que dio la razón a PLIS y obligó a la Consejería a entregar la documentación reclamada. Un año y dos meses después, el 16 de enero de 2020, el Secretario General de la Consejería de Educación entregó al presidente de PLIS 370 proyectos lingüísticos, por medio de pdf o de enlace», explican desde la Asociación.