EFE / La presidenta de Baleares, Francina Armengol, ha celebrado este domingo la decisión del Gobierno central de abrir las fronteras al turismo a partir del 21 de junio, día en que se levanta de forma general el estado de alarma y se podrá también viajar entre comunidades autónomas.
Según Armengol, este adelanto del reinicio del turismo no supone un contratiempo para el plan piloto de corredor seguro con Alemania que comenzará a aplicarse mañana en Baleares, con el que se proyectaba traer a las islas a 10.900 visitantes germanos en la segunda quincena de junio.
«Tiene más sentido que nunca (…), somos el primer destino que abre», ha sostenido la presidenta del Govern, que ha incidido en que el plan piloto permitirá probar el funcionamiento de los protocolos de seguridad sanitaria de cara a la apertura de fronteras, que supondrá la reactivación del principal motor económico del archipiélago en plena temporada estival.
Tras participar en la última reunión telemática entre los presidentes autonómicos y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Armengol ha asegurado que la simultaneidad de la apertura de fronteras exteriores y la autorización de viajes turísticos entre comunidades autónomas es una demanda que ella planteó hace dos semanas al jefe del ejecutivo estatal.
Ha insistido en que esta reactivación del turismo debe hacerse entre territorios donde está controlada la expansión de la pandemia de coronavirus, como ocurre con los países del espacio común de seguridad europeo y con las regiones españolas. «No miramos solo la procedencia, sino la situación sanitaria», ha destacado.
A su juicio, será popsitivo poner a prueba las medidas del plan piloto que se aplicará desde mañana con los turistas que llegan a Palma en sendos vuelos desde Düsseldorf y Fráncfort antes de extenderlas a todos los viajeros a partir del domingo 21 de junio.
Ha recordado que los pasajeros de esos vuelos rellenarán un cuestionario de salud, se someterán a un control de temperatura a su llegada y serán objeto de un seguimiento sanitario telefónico durante su estancia.
El Govern balear se hará cargo de todo el control sanitario y en caso de detectarse casos positivos de COVID-19 entre los turistas serán aislados en apartamentos si su estado es asíntomático o leve y hospitalizados cuando presenten síntomas que así lo aconsejen.
La presidenta ha insistido en que la comunidad está preparada para esta experiencia pionera: tiene preparados 9 alojamientos para cuarentenas de turistas en Mallorca, 2 en Ibiza y negocia los de Menorca; dispone de 150 «rastreadores» que siguen los contactos de los nuevos casos; tiene capacidad para realizar 10.000 pruebas diagnósticas a la semana y actualmente solo hay en las islas 209 casos activos de la enfermedad.
Armengol ha hecho hincapié en que la recuperación del turismo es crucial para las islas, cuya economía depende de ese sector más que la de cualquier otra región española, por lo que ha vuelto a reclamar a Sánchez un «plan de rescate» específico para ayudar al archipiélago.
Ha reiterado su demanda de que las condiciones de los ERTE por fuerza mayor se alarguen hasta que acabe el año para empresas del sector vacacional y ha reclamado asimismo el acceso a fondos europeos, el levantamiento de la regla de gasto y del techo del 2 % del déficit y que se permita a los municipios emplear los remanentes presupuestarios acumulados, porque «no tiene lógica» tener congelado ese dinero cuando más necesarias son las inversiones públicas.
La presidenta balear ha adelantado que el ejecutivo estatal presentará el próximo jueves su plan para la recuperación del turismo.
Ha explicado, por otra parte, que en la reunión de presidentes autonómicos se han abordado las condiciones del inicio del próximo curso, sobre las que ha defendido que se retomen las clases presenciales.