El 15 de septiembre se celebra el día europeo de la salud prostática, una fecha que se instauró en Europa con el fin de concienciar a los hombres sobre las enfermedades prostáticas, incentivando su conocimiento y prevención.
La próstata es uno de los órganos masculinos con más posibilidades de contraer enfermedades. Con la prevención y mediante revisiones periódicas podemos atajar los problemas mucho antes y evitar complicaciones. Así lo explica en esta entrevista el doctor Fernando García Montes, responsable de la Unidad de Urología de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario.
Parece que el hombre no tiene costumbre de acudir al urólogo o lo hace demasiado tarde. ¿Es así?
Efectivamente. De hecho, La Asociación Europea de Urología realizó una encuesta en 2019 donde se puso de manifiesto, a diferencia de lo que ocurre con las mujeres, la escasa concienciación en los hombres europeos con respecto a su salud prostática. Tan sólo el 26% de los hombres eran capaces de identificar la función de la próstata y hasta el 62% tenían conceptos erróneos sobre su salud prostática. En nuestra experiencia, estos porcentajes reflejan fielmente la situación en Ibiza y Formentera.
Lógicamente, la falta de concienciación sobre la salud prostática en el hombre puede ocasionar el retraso en el diagnóstico de enfermedades potencialmente curables si se hubieran diagnosticado de forma precoz.
Todo varón debe realizarse una revisión anual rutinaria a partir de los 45 años de edad aunque no presente ningún síntoma»
Independientemente de las revisiones sin síntomas, ¿cuáles son los síntomas ante los que un hombre debe acudir al médico porque tenga una posible enfermedad prostática?
Todo varón debe realizarse una revisión anual rutinaria a partir de los 45 años de edad aunque no presente ningún síntoma. Esta es la única forma de poder diagnosticar enfermedades prostáticas asintomáticas con la suficiente antelación como para solucionar el problema de forma efectiva y sin retrasos.
Independientemente de las revisiones anuales, cualquier varón que presente sintomatología prostática debe acudir a revisión. Las enfermedades que más frecuentemente afectan a la próstata se engloban en tres grupos: procesos inflamatorios/infecciosos, agrandamiento prostático benigno y cáncer de próstata.
La inflamación/infección de la próstata (“prostatitis”) suele provocar dolor al orinar, molestias perineales y fiebre, aunque no tienen por qué estar presentes todos los síntomas simultáneamente.
El agrandamiento prostático (hiperplasia benigna de próstata) es el proceso que más frecuentemente afecta a los hombres, ya que la próstata está sujeta a un aumento constante de su tamaño durante toda la vida del varón. Como la próstata es un órgano que se encuentra a la salida de la vejiga, la mayor parte de los síntomas derivados del agrandamiento prostático consisten en alteraciones de la micción (retraso al inicio de la micción, disminución del flujo o goteo postmiccional entre otros).
El cáncer de próstata es el cáncer más frecuente en el varón y las posibilidades de padecerlo aumentan a medida que envejecemos, especialmente a partir de los 50 años de edad, aunque también se diagnostica en varones más jóvenes. La peculiaridad del cáncer de próstata es que en sus inicios no provoca ningún síntoma específico y de ahí la importancia del diagnóstico precoz.
Así que todo hombre debería realizarse una revisión urológica rutinaria anual aunque no tenga ningún síntoma miccional y debería realizar una consulta adicional siempre que presente cualquier alteración de su patrón normal de micción.
Estamos sumidos en medio de una pandemia que a todos nos ha hecho cambiar la perspectiva de algún modo, ¿cómo se ha notado esto en la Unidad de Urología? ¿Cómo ha afectado la covid a la Urología en general?
El impacto de la pandemia por el virus SARS-Cov-2 está siendo terrible tanto de forma directa como indirecta. Independientemente de los efectos directos que la COVID está teniendo en la salud de la población, la situación sanitaria está ocasionando el retraso en el diagnóstico y tratamiento del resto de enfermedades no relacionadas con el virus. En el campo de la Urología ocurre exactamente igual que en el resto de las especialidades. Hay pacientes no sólo no están acudiendo a sus revisiones rutinarias si no que están mostrando reticencias a buscar atención médica cuando presentan síntomas o empeoran síntomas pre-existentes. Indudablemente, esta situación tiene un impacto muy negativo en la evolución de la enfermedad.
El cáncer de próstata es el más frecuente en hombres es España. Imagino que se ha llevado o estáis llevando a cabo algún protocolo para enfermos de cáncer y prevención de covid. ¿Los puede explicar?
Debido al alto nivel de contagiosidad de la COVID se han establecido protocolos muy estrictos con circuitos diseñados para salvaguardar la seguridad de los pacientes cuando requieren atención en el centro hospitalario. Adicionalmente, existen consultas de atención telefónica para aquellos pacientes que no requieran desplazarse al centro hospitalario o que presenten dudas acerca de sus síntomas o tratamientos.
Lógicamente, las pacientes oncológicos son población de riesgo para la COVID. A estos pacientes se les insiste en el cumplimiento de las medidas de higiene y distanciamiento social en el ambiente extrahospitalario y se les aconseja hacer uso de las consultas de atención telefónica siempre que sea posible. Si tras la atención telefónica se determina que requieren atención presencial, se les agendará cita a la mayor brevedad posible y se le explicarán los circuitos de seguridad para su atención presencial. En cualquier caso, aquellos pacientes, oncológicos o no, que presenten síntomas que requieran atención de urgencias no deberán retrasarlas. Los circuitos para la atención en el servicio de urgencias están diseñados para preservar la seguridad de los pacientes y el impacto negativo que supone el retraso de su atención médica puede ser muy superior al riesgo de contagio.
En este año tan especial y raro, ¿qué aconsejaría usted a los hombres de Ibiza y Formentera para proteger su salud prostática?
La población tiene que interiorizar que lo más importante es el cumplimiento de las medidas de higiene y distanciamiento social en su día a día para evitar el contagio por la COVID. También deben tener en cuenta que la pandemia va a convivir con nosotros durante un tiempo indeterminado y que mientras tanto no deben dejar a un lado las revisiones de sus enfermedades. Aquellos pacientes con enfermedades urológicas estabilizadas y en revisiones rutinarias que no deseen acudir a los centros hospitalarios pueden hacer uso de las agendas telefónicas para recibir consejo experto de cómo abordar la situación en base a su patología. Los pacientes que inician síntomas que antes no presentaban pueden actuar de la misma forma. Pero aquellos pacientes que observen un deterioro significativo de su enfermedad o que tengan sensación de gravedad no deben retrasar sus revisiones y acudir a sus citas presenciales o al servicio de urgencias para ser revisados utilizando los circuitos de seguridad establecidos.