NouDiari / EFE / El PP de Vila ha reclamado esta mañana al alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, que se reúna con la presidenta del Govern, Francina Armengol, para «aclarar los criterios de las restricciones que se han aplicado en determinados barrios de la ciudad» ante «el malestar generalizado que ha provocado la actuación del Govern», ha explicado el portavoz municipal José Vicente Marí Bosó.
“No se pueden aplicar estas medidas sin el consenso necesario y con criterios que parecen contradictorios», ha criticado Bosó.
«Las consecuencias, como ya estamos viendo en la zona del Mercat Nou y alrededores, son desastrosas para unos comerciantes y empresarios que llevan demasiados meses acumulando pérdidas”, ha añadido.
En este sentido, ha puntualizado que “no se puede aterrizar en Eivissa por la mañana para anunciar una cosa ante los medios de comunicación para luego volver a Palma y desmentirla. Es por ello que pedimos al alcalde que se reúna a la mayor brevedad posible con la presidenta del Govern para aclarar los motivos y criterios de estas restricciones”.
“Somos conscientes de la evolución de la pandemia y sabemos que hay que actuar con las decisiones técnicas pertinentes, no obstante se debe hacer de manera organizada y está claro que en este caso no ha sido así”.
Por su parte, los comerciantes del Mercat Nou y de la zona del Eixample de Ibiza han intensificado esta semana sus protestas contra las restricciones sanitarias que impiden que vecinos de otras zonas de la ciudad y de la isla compren en estas áreas confinadas por orden del Govern balear para frenar la expansión del coronavirus.
Por segundo día consecutivo, los vendedores del Mercat Nou han salido a las 12.00 horas a la calle para expresar su malestar con el ruido de pitos y cacerolas, con el apoyo de otros comerciantes de la zona afectados también por la medida.
En el Mercat Nou las protestas continuarán mañana con el cierre de puestos por parte de algunos vendedores que quieren manifestar así su descontento por las pérdida de ventas.
Uno de ellos es Raimundo Prats, propietario de un bar del mercado, que no encuentra “lógico” que los clientes “no puedan venir” y que en otras zonas de la ciudad “no haya mesas libres y haya gente incluso esperando de pie”.
“No encuentro lógico que nosotros tengamos que estar castigados y vacíos”, ha criticado Prats, que con las restricciones ha bajado las ventas un 70 %.
El pequeño empresario también ha cuestionado que el sábado, el primer día de restricciones, se ha trató a los clientes del mercado “prácticamente de criminales”, con la presencia de seguridad privada en la puerta como si fuera una «discoteca».
Además, Prats se ha quejado de la información “confusa” facilitada, porque mientras la Policía Nacional «decía a los clientes que estaba permitido ir a comprar, la Policía Local se lo impedía”.
Sin embargo, no todos cerrarán las puertas de su negocio mañana. Es el caso de Juan Carlos Castillo, de la Carnicería Colom, al que se le han desplomado las ventas en un 90 %.
“Las cosas están muy mal y estamos echando en falta a muchas clientas; nosotros tenemos productos perecederos del que comen muchísimas personas”, ha afirmado Castillo, que ha pedido que “si ha habido algún error por parte de algún mando, que lo rectifique”.
“No vamos a soportar quince días; lo que han hecho ahora ha sido terminar de hundir el mercado”, ha lamentado el vendedor.
Al igual que en los últimos días, los comercios de la zona volverán a protestar con pitos y ruido de cacerolas a las 19.00 horas.