NouDiari / La revista científica Zoological Journal of the Linnean Society de Oxford University Press ha publicado el descubrimiento de una víbora nueva para la ciencia, la víbora enana de Ibiza, descubierta por el paleontólogo ibicenco Enrique Torres-Rojo, según informa el IMEDEA (Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados).
Este hallazgo modifica por completo la creencia de que en las Pitiusas no había serpientes antes de las actuales invasoras que se conocen y habrían llegado desde la Península.
Torres-Rojo, realizando su Tesis Doctoral, revisó materiales del yacimiento paleontológico/arqueológico des Pouàs de Sant Antoni de Pormany, que se conservan en el IMEDEA y que se encontraban pendientes de estudio. Junto con decenas de miles de huesos de lagartijas comenzó a encontrar las vértebras pequeñas, milimétricas, de una serpiente ya extinta bautizada por sus estudiosos como Vipera latastei ebusitana.
Antes el descubrimiento de las primeras pruebas, se realizó una revisión exhaustiva de las muestras conservadas, detectando más de 6.000 vértebras de esta serpiente enana, así como unos pocos restos craneanos.
A partir de estas muestras, el IMEDEA indica que se inició un estudio pluridisciplinar en el que han participado investigadores de la Universidad de Barcelona (Enric Torres-Rojo), del IMEDEA (CSIC-UIB) (Drs Josep Antoni Alcover y Joan Pons), de el ARAID en la Universidad de Zaragoza (Dr. Pedro Bover), de la Universidad de Adelaida (Australia) (Drs Kieren Mitchell, Holly Heiniger y Matthew Williams), del Museo de Australia del Sur, en Adelaida (Dr. Alan Cooper), de la Universidad de Oporto (Portugal) (Dr. Martínez Freiria), y del Museum National d’Histoire Naturelle de Paris (Dr. Salvador Bailon). El resultado de la investigación acaba de publicarse en el Zoological Journal of the Linnean Society.
El estudio morfológico inicial permitió identificar esta serpiente como una víbora muy modificada y de pequeño tamaño (los ejemplares adultos mayores que se han encontrado no medían más de 45 cm). El estudio genético realizado a partir de una muestra de vértebras ha permitido relacionarla con la víbora hocicuda, Vipera latastei, una víbora presente en la Península Ibérica y norte de África que llega a medir 70 cm. Los datos moleculares apuntan a que la población ibicenca se habría separado de las poblaciones del nordeste de la Península Ibérica hace menos de un millón y medio de años.
Se cree que llegaron por mar
Su llegada a Ibiza, de acuerdo con estos datos del IMEDEA, se debería haber producido por el mar, ya que Ibiza es una isla desde hace más de 5 millones de años. «Se trataría del único vertebrado terrestre no volador que habría colonizado Baleares por vía ultramarina», especifican.
Se piensa que la víbora enana de Ibiza vivió en la isla hasta que llegaron los humanos y la fauna que les acompañaba hace poco más de 4.000 años. Se cree que se extinguió debido a la introducción involuntaria por los humanos del lirón careto. «Esta es una especie de lirón que depreda sobre pequeños vertebrados y es la única especie introducida que pudo acabar con la víbora enana de Ibiza. Aunque actualmente no viven lirones caretos en Ibiza, se dispone de testigos de su presencia en la isla en el pasado», aseguran desde el IMEDEA.
La víbora enana de Ibiza forma parte de la singular fauna endémica prehumana de las Pitiusas. «Antes de la llegada de los humanos convivía con la lagartija pitiusa, a la que muy probablemente depredara, y con una fauna totalmente carente de mamíferos terrestres. Es la única víbora endémica de las grandes islas del Mediterráneo occidental que sobrevivió hasta la colonización humana de estas islas (otras víboras vivieron durante el Plioceno en Mallorca, Menorca y Cerdeña)», finalizan.