EFE / El Senado ha aprobado hoy una moción del PSOE en la que se pide al Gobierno mantener las bonificaciones de billetes de avión y barco de las que ahora disfrutan los residentes en Baleares y Canarias, así como controlar y «vigilar» el aumento «desorbitado» de las tarifas aéreas por parte de las compañías.
La iniciativa ha sido aprobada prácticamente por unanimidad en la Comisión de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ya que no ha tenido votos en contra y solo ha contado con una abstención del PNV.
El amplio consenso ha sido posible porque el grupo firmante ha pactado con el PP una enmienda adicional en la cual se alude precisamente a la necesidad de que el Gobierno trabaje para «restablecer los niveles de oferta» en los vuelos y trayectos de barco con las islas o interinsulares.
Su propósito sería «garantizar la adecuada prestación del servicio, facilitando a los ciudadanos el acceso a sus puestos de trabajo y a los servicios básicos y garantizar la conectividad de los territorios extrapeninsulares», siempre atendiendo las recomendaciones sanitarias por la pandemia.
De igual modo se insta al Ejecutivo a «establecer un control de los precios fijados por las compañías aéreas y vigilar el incremento desorbitado e injusto de las tarifas aéreas».
Una vez que ha salido adelante esta moción socialista, la comisión ha aprobado otra sobre la misma materia, en este caso a iniciativa del PP y que ha respaldado el PSOE, aunque sin lograr la unanimidad.
En ella se pide igualmente «no suprimir ni modificar la bonificación del 75%» de las tarifas aéreas para residentes en Canarias, Baleares y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla» y también «realizar un seguimiento exhaustivo» de su aplicación «adoptando todas las medidas que considere necesarias al objeto de evitar el incremento injustificado y abusivo» de sus precios.
El debate de la primera moción ha puesto de relieve el problema derivado del encarecimiento del previo de los vuelos por la escasez de oferta motivada por la pandemia del coronavirus, que repercute en la movilidad de los residentes pese a que tienen derecho a una bonificación en los billetes que ya alcanza el 75% del importe.
“Una situación que afecta especialmente a islas que sufren la doble y triple insularidad, como es el caso de Ibiza y Formentera”, como ha explicado la senadora socialsita de Ibiza Patricia Abascal.
El senador socialista por Gran Canaria Ramón Morales ha relatado los efectos de esta subida detectada mucho antes de la pandemia, tras el aumento hasta el 75% del descuento a residentes, y que ahora se ha visto alentada por el aumento de la demanda.
Ha citado la duplicación del coste público de la compensación y también la «desincentivación» que está ocasionando en los no residentes, que desisten de volar a las islas por los altos precios.
Así que entiende que cuando se supere la crisis del transporte aéreo por la pandemia el retorno a la normalidad debería comportar un reajuste de precios a niveles anteriores a las subidas que se produjeron al elevar la bonificación al 75%.
En nombre del PP, el senador menorquín Jorge López Ravanals ha alertado de que ahora no se está haciendo seguimiento alguno de la subida de las tarifas, ha recalcado que el descuento de residente «es un derecho» y que el problema viene ocasionado por cómo lo aplican las compañías, lo que exige someterlas a mayor control.
El senador de Coalición Canaria Fernando Clavijo ha coincidido en que el problema «no es el sistema» de bonificaciones sino que el Gobierno tiene que «vigilar» a las compañías aéreas.
Desde ERC, Bernat Picornell ha apostado por implantar una «tarifa plana» que evite las oscilaciones de precios para los residentes y les garantice billetes de avión asequibles, pero ha respaldado la iniciativa porque aboga por «poner la lupa» en las empresas.