EFE / La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, ha reconocido que la isla de Ibiza se encuentra en una «fase compleja», por los altos datos de contagios y de incidencia acumulada de covid-19.
En rueda de prensa, Armengol ha señalado que las medidas de restricción, que entrarán en vigor a partir de las 22 horas de este viernes en todo el municipio de Vila, crean «problemas sociales y tienen una derivación económica».
Aun así, ha asegurado que estas medidas dan «sus frutos»: «Estamos tumbando poco a poco esta segunda ola», aunque ha destacado que queda «mucho camino por recorrer».
La presidenta balear ha reiterado que se debe reforzar «la prudencia y cautela» en toda Ibiza porque, mientras en Baleares la incidencia acumulada ha bajado un 80 % y la tasa de positividad un 60 % en el último mes, en la isla ha disminuido un 30 % y un 40 %, respectivamente.
«Vamos bien pero debemos seguir extremando precauciones para reducir esta diferencia», ha apuntado.
En relación al municipio de Vila, que ha visto ampliado el ámbito de aplicación de restricciones a todo su territorio, Armengol ha apuntado que los motivos se basan en la alta densidad poblacional y en la gran movilidad en una superficie reducida.
Esto ha hecho que los centros de salud que no estaban afectados por la zona perimetrada del Eixample empezaran a tener altos niveles de incidencia. «Se nos iban diseminando dentro de toda la población», ha indicado.
El alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, ha reclamado que se puedan realizar pruebas de antígenos en todos aquellos espectáculos y conciertos de cara a la próxima temporada con el fin de poder colaborar con el sector cultural y evitar que se tengan que mantener las distancias de seguridad.
Armengol, por su parte, ha apuntado que desde el ejecutivo balear están «abiertos» a estudiar cualquier medida y a utilizar todas aquellas medidas que sean «realmente fiables» y rápidas. En este punto, ha dicho que ya se han adquirido 150.000 pruebas y se han reservado otros 200.000 test de antígenos.