NouDiari / Confeccionar palangres de pesca con botellas de plástico a modo de boyas es habitual, pero ilegal.
No hay más que ver las consecuencias que estas ‘artes’ de pesca tienen sobre las tortugas, que se quedan enredadas en los aparejos que quedan abandonados en el mar.
Esto les impide sumergirse y acaban muertas, ya sea por hambre o por las terribles consecuencias de recibir la luz solar sobre sus caparazones.
El último dramático caso lo ha reportado Vellmarí de Formentera.
Javier, el patrón del barco Luziana, alertó este sábado al Vellmari Formentera Diving de que una tortuga herida estaba flotando enganchada a un palangre ilegal fabricado con botellas de plástico.
Ahora está ya en el veterinario recuperándose para volver al mar.
Desde Vellmarí comentan a NouDiari que es tristemente habitual ver en la costa este tipo de palangres que sobre todo se utilizan en países pobres para la pesca.
En junio de este año otro barco encontró a una tortuga enredada en un aparejo similar.
Mientras en es Cavallet liberaron recientemente a las 26 tortugas nacidas en 2019, en la costa siguen sufriendo y muriendo a causa de los plásticos, aparejos, restos de redes y otras basuras que acaban en el mar.