NouDiari / Un vigilante de seguridad diagnosticado de depresión actuó hasta en cinco ocasiones en distintas discotecas de Ibiza (Space) y Granada como disc jockey utilizando su nombre artístico, Motzler, durante su periodo de incapacidad laboral. Un hecho que le ha supuesto el despido de la empresa para la que trabajaba, con la que tenía un contrato indefinido, además del pago de una indemnización, según publica hoy expansión.com.
Causó baja por depresión entre el 31 de mayo de 2015 hasta que recibió el alta el 8 de septiembre del año siguiente. 99 días laborales en los no acudió a su puesto de trabajo, informa el mismo medio, que señala que por donde si pasó fue por las discotecas de algunos de los locales de moda de Granada e Ibiza, y no como un cliente más, sino como Dj. Al menos una de sus actuaciones como Dj durante su periodo de baja tuvo lugar en Ibiza, en la ya desaparecida discoteca Space, el 27 de agosto de 2016.
La empresa para la que trabajaba se percató de esto hecho a través de las redes sociales y decidió contratar un detective para constatar los hechos. Y cuando contó con las pruebas que estimó necesarias, decidió proceder a su despido.
Según el relato de Expansión, el vigilante y Dj recurrió el despido, aunque en primera instancia, el juez lo calificó como procedente. La sentencia, de marzo de 2017, consideró como acreditada la actuación fraudulenta del vigilante al compaginar sus periodos de baja con actividades incompatibles para su proceso de recuperación médica. Aún así, los jueces condenaron a la empresa a abonar 1.983 euros a su trabajador como pago de su finiquito y a éste a indemnizar a la compañía con los 17.684 euros por los gastos provocados por su baja.
El vigilante de seguridad y Dj elevó esta resolución al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, solicitando la anulación de los hechos por los que se le condenada y no tener que asumir la cuantía de la indemnización a su antigua empresa.
La resolución judicial estimó en parte sus demandas y en una sentencia dictada recientemente, aclara que su situación de baja por depresión neurótica compatibilizada con pinchar discos en diferentes eventos musicales es un fraude. Además, prueba de ello es que, previo a su baja, el vigilante fue denunciado por los vecinos de la urbanización en la que trabajaba al quedarse dormido en su turno.
Sin embargo, los jueces aclaran que tanto la empresa como la Seguridad Social, que corrió con buena parte del salario durante su baja, fueron los grandes perjudicados. Por eso ha reducido la indemnización que debía pagar a la compañía de seguridad privada a 2.763 euros en conceptos como el pago del detective privado, el asesoramiento de un letrado y el envío de varios burofax, entre otros gastos.
La sentencia añade que tiene derecho a recibir el finiquito por una cantidad de 1.351 euros. Así, el tribunal establece que lo que el vigilante y Dj debe pagar a su compañía es el resultado de restar lo que le adeuda por los perjuicios causados (2.763 euros) a su finiquito (1.351 euros). En total 763 euros, concluye la noticia publicada hoy por Expansión.