Natalia Cárdenas / En libertad con cargos siete de las ocho personas detenidas el pasado lunes en los registros realizados por la Policía Nacional en Sa Penya. El miércoles pasaron a disposición judicial como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal. Sin embargo, al no quedar probada la implicación de todos, sólo uno de los detenidos ha entrado en prisión provisional que podrá eludir si paga una fianza de 7.500 euros.
La Policía Nacional informó que durante los registros se habían incautado 8.000 dosis de cocaína y heroína en una ‘narcosala’ en un piso de dos plantas de la calle Alt. Según ha podido saber NouDiari, se trata de un total de 19’4 gramos de heroína, 50 gramos de cocaína en polvo y 28’6 gramos de cocaína en roca.
Tras varias horas de declaraciones durante la jornada del miércoles, el titular del juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza decidió dejar en libertad a seis hombres y una mujer que defendieron que no estaban realizando ninguna actividad criminal en Sa Penya.
El único que sigue en prisión es el residente de esta ‘narcosala’ desmantelada en calle Alt, quien además cuenta con numerosos antecedentes policiales.
Por otro lado, los agentes incautaron 13.000 euros en total, de los que 4.000 pertenecían a una de las acusadas que ha quedado en libertad tras demostrar, con imágenes de cámara de seguridad, que el dinero lo había ganado jugando al Jack Pot.
La investigación arrancó al detectarse un tránsito inusitado de toxicómanos, a diario, por el barrio de Sa Penya. Por ello, la Policía Nacional estableció dispositivos de vigilancia y seguimiento de manera discreta, en diferentes días y franjas horarias, las cuales permitieron concretar el inmueble exacto que se estaba utilizando como punto de venta de droga.
Según Policía Nacional se pudo identificar a las personas responsables del funcionamiento de este punto de venta, las cuales actuaban de forma perfectamente coordinada: unos se dedicaban al despacho de las drogas, otros se dedicaban al control de acceso a dicho punto indicando a los toxicómanos cuando podían acceder al mismo y cuando debían abandonarlo, otros realizaban labores de seguridad en los alrededores para detectar la presencia policial, y por último otras personas se dedicaban a guardar las ganancias económicas procedentes de esta actividad. Funciones que no han podido quedar probada en la vista judicial.
En los registros domiciliarios del pasado lunes participaron una treintena de agentes de la Comisaría de Ibiza, pertenecientes a las Brigadas de Policía Judicial y Seguridad Ciudadana, dirigidos por la UDYCO.