NouDiari / Desde hace más de 30 años el 1 de diciembre se conmemora el Día Mundial del Sida. Es un día para dar apoyo a las personas afectadas por esta infección, recordar a las personas que han fallecido por enfermedades relacionadas con el VIH y ampliar los conocimientos sobre el virus y la manera de prevenirlo. Este año los centros de diagnóstico, tratamiento y prevención de infecciones de transmisión sexual atendieron a más de ochocientas personas.
En las Islas Baleares, desde 2003 y hasta julio de 2019 se habían diagnosticado 2.600 casos de VIH (81 % hombres y 19 % mujeres), de los que 313 corresponden a Ibiza, 6 a Formentera, 2.176 a Mallorca y 105 a Menorca.
En este sentido, en Ibiza y Formentera se diagnosticaron 4 nuevos positivos de VIH entre los meses de enero a julio de 2019, a falta de consolidar los datos del año anterior y los de 2020 por parte de la Conselleria de Salud. Sin embargo, según ha informado hoy Radio Ibiza, en lo que llevamos de 2020 el Área de Salud de Ibiza y Formentera ha diagnosticado a 18 personas que han dado positivo en VIH, y confirman que el pasado pasado fueron una veintena.
«En estos momentos hay en tratamiento 637 pacientes en Ibiza. La progresión es constante, en 2016 eran 488, pasó a 568 en 2017, 609 en 2018 y 629 el pasado año», explica uno de los cuatro facultativos que llevan la consulta del VIH en Can Misses en la radio local.
Responsabilidad compartida
El ONUSIDA —el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida— ha escogido para este año el lema ‘Responsabilidad compartida’, al que se adhiere la Conselleria de Salud y Consumo. Este lema está muy relacionado con la actual pandemia de la COVID-19 que, una vez más, ha evidenciado la necesidad de trabajar conjuntamente, desde las administraciones, las entidades sociales y la ciudadanía, asumiendo cada una de las partes, la responsabilidad que le corresponde, para así poner fin a las dos pandemias que coinciden en el tiempo.
Con este fin, en relación al VIH, es necesario seguir con las diferentes actuaciones que se llevan a cabo: la educación sexual integral, el diagnóstico precoz, el tratamiento precoz, la profilaxis preexposición y postexposición, la disminución del estigma y la discriminación de las personas infectadas y el abordaje del envejecimiento prematuro de las personas con VIH.
Todas estas actuaciones deben hacerse de manera coordinada entre las partes implicadas aplicando los principios básicos de salud pública: la equidad, la solidaridad, el acceso al sistema sanitario, y por medio de implicar a la sociedad en las medidas que se toman.