EFE / Baleares fue en 2019, por tercer año consecutivo, la comunidad autónoma española con menor consumo de antibióticos en el ámbito comunitario (al margen del uso en los hospitales), con una media de 19,33 dosis diarias por cada 1.000 habitantes.
El año pasado, la población del archipiélago redujo un 5 % el consumo de antibióticos respecto a 2018 al pasar la tasa de 20,35 a 19,33, según los datos publicados por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios.
De acuerdo a este análisis, realizado en el marco del Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos, de 2018 a 2019 la media española de uso de antibióticos en el ámbito comunitario pasó de 24,61 dosis diarias por cada 1.000 habitantes a 23,28, lo que representa un descenso del 5,4 %.
En el último año, Baleares lideró el menor consumo de antibióticos por delante de Navarra y el País Vasco, con una tasa de 20,3 en ambos casos, y las comunidades con mayor empleo fueron Extremadura, con 27,33 dosis diarias por 1.000 habitantes, y la Comunidad Valenciana con 25,96.
En cuanto a las diferencias entre las recetas expedidas por la sanidad pública, la privada y las mutuas en las islas, la comunidad lidera en España el menor uso de antibióticos en el sector público, con 11,32 dosis diarias por 1.000 habitantes.
Sin embargo, la tasa de uso por receta de la sanidad privada está entre las más altas de España, con 7,5, por encima de la media nacional, situada en 7.
Fuentes del Servicio de Salud han indicado que es preciso tener en cuenta que Baleares es una de las regiones españolas con mayor número de ciudadanos con doble cobertura, pública y privada. Además, destacan, la tasa privada a bajado de 8,3 dosis diarias por 1.000 habitantes en 2018 a las 7,5 del último año (-9,6 %) y la media de las islas sigue siendo la menor del país.
En cuanto a los antibióticos recetados por las mutuas, baleares se sitúa entre las regiones con menor consumo, con una tasa de 0,51 en 2019, frente a la de 0,95 estatal.
El Servicio de Salud recuerda la importancia del descenso continuado del uso de antibióticos, porque su empleo inadecuado genera resistencia en las bacterias.
«Esta resistencia es considerada un problema de salud pública de primera magnitud y se estima que cada año mueren en Europa en torno a 33.000 personas como consecuencia de las infecciones por bacterias multirresistentes», incide.