NouDiari / Las cosas empiezan a tomar un cariz preocupante en el primer equipo de la Peña Deportiva, que esta mañana ha caído derrotado en casa ante el Alcoyano por 0-1. El partido no ha distado mucho de otros que ha jugado esta campaña el conjunto de Raúl Casañ en el Grupo 3B de Segunda División B, en el que la falta de acierto ante puerta le ha costado un disgusto, otro, que le hace caer a la zona peligrosa de la clasificación.
No marcar en varios encuentros puede ser una anécdota, producto de la mala suerte o de los aciertos de los rivales. Sin embargo, cuando, tras siete jornadas, en el balance goleador del conjunto peñista solo hay una muesca, un único tanto, es que algo falla. E indica que algo hay que hacer para remediarlo más allá de lo que se ha estado programando hasta la fecha, puesto que, por ‘h’ o por ‘b’, no ha tenido efecto.
Lo peor de todo, o lo mejor, según se mire, es que el cuadro de Santa Eulària ha tenido oportunidades para adelantarse en el marcador antes de que lo hiciera el Alcoyano, ambas en las botas de Juancho cuando, en los minutos 38 y 44, ha probado suerte. La segunda, al filo del descanso, ha ido al larguero con el meta estaba batido.
Todo apuntaba a un nuevo encuentro sin goles en el campo de la villa del río, pero en el minuto 67 el Alcoyano le dio un disgusto a la Peña. Mourad le ganó la partida a Cruz en la lucha por el cuero en la banda derecha y puso la directa hacia una posición de disparo centrada.
Le salieron varios peñistas al corte, pero el balón salió rebotado hacia la meta de Seral y Ramón López, más rápido que nadie, se plantó mano a mano con el meta y cruzó a gol ante la salida de éste, que, junto a sus compañeros, se apresuró a pedir fuera de juego.
Pero ni el colegiado ni el asistente atendieron sus reclamaciones y dieron el gol por bueno para desgracia de los locales, que veían cómo un error defensivo les ponía el partido francamente cuesta arriba.
Lo malo es que la reacción del equipo local fue tan tibia que no le condujo a nada ante un verdugo que supo jugar sus cartas, defender el resultado y rascar todos los segundos que pudo al cronómetro para desesperación de la Peña, que debe cambiar cosas para revertir la situación complicada en la que se ha metido.