EFE / La tasa anual del IPC se ha situado en Baleares en noviembre en el -0,5 % y sube dos décimas respecto a la registrada en octubre (-0,7 %).
La tasa anual del IPC disminuye en ocho comunidades autónomas en noviembre respecto a octubre, se mantiene en cinco y aumenta en cuatro. Los mayores descensos se producen en Canarias y Murcia, con bajadas de tres décimas en ambas, según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Por su parte, Islas Baleares y Comunidad Valenciana son las comunidades donde más se incrementa la tasa anual, con una subida de dos décimas en cada una.
En España, los precios cayeron un 0,8 % en noviembre en tasa interanual, el mismo descenso que el registrado en octubre, encadenando ocho meses con la evolución anual del IPC en negativo, según el dato confirmado por el INE.
En esta evolución ha influido, por un lado, el aumento de los precios de la electricidad frente a las bajadas de hace un año y, por otro, el descenso de los precios de las frutas, mayor este año que en 2019, y la estabilización del de otros productos, como pescado y marisco.
Según detalla el INE, la bajada de los precios en el apartado de vivienda, donde se engloba la electricidad, fue en noviembre del 2,2 % frente al descenso del 3,6 % registrado en tasa anual en octubre.
Una variación que recoge el repunte de los precios de la electricidad y, en menor medida, del gasóleo para calefacción, frente a las bajadas de noviembre de 2019.
Asimismo, se moderó hasta el 1,3 % la subida de alimentos y bebidas no alcohólicas por el descenso de los precios de las frutas, mayor este año que en 2019.
También influyó, aunque en menor medida, la estabilidad de los precios del pescado y marisco y la disminución de los precios de las legumbres y hortalizas, que se incrementaron el pasado año.
En ocio y cultura, con un descenso del 0,9 % pesaron los precios de los paquetes turísticos, que caen más este noviembre que el año pasado.
Se trata de dos grupos, alimentación y ocio, que han ido reflejando en los últimos meses los cambios en los patrones de consumo y ocio por el impacto de la pandemia.
El dato de noviembre supone encadenar ocho meses con la evolución anual del IPC en negativo tras el estallido de la COVID-19 en marzo que hizo caer con fuerza los componentes energéticos, con especial relevancia en este indicador.
Así, en abril, el IPC registró un -0,7 % en tasa anual, que bajó al -0,9 % en mayo. En junio la caída se moderó al 0,3 % para pasar al 0,6 % en julio, al 0,5 % en agosto, al 0,4 % de septiembre y ahondar al 0,8 % en octubre.
De vuelta a los datos de noviembre, y en variación mensual, el IPC subió un 0,2 % frente a octubre.
En esta comparativa mensual pesó la evolución de vestido y calzado, con un alza del 4,8 % por la temporada de invierno, y la de vivienda, con un incremento del 1,1 % por ese aumento de los precios de la electricidad.
Por otro lado, descendieron un 0,9 % los precios en alimentos y bebidas no alcohólicas, y un 0,5 % los del grupo hoteles, cafés y restaurantes. También bajaron medio punto en tasa mensual los precios en ocio y cultura.
Por comunidades, la tasa anual del IPC disminuyó en ocho en noviembre respecto a octubre, se mantuvo en cinco y aumentó en cuatro.
En cuanto a la inflación subyacente -sin alimentos no elaborados ni productos energéticos- la tasa anual bajó una décima en noviembre, hasta el 0,2 %, un punto por encima de la del IPC general.
Y el índice armonizado (IPCA) -que proporciona una medida común de la inflación para realizar comparaciones internacionales- se situó en el -0,8 % en noviembre, una décima por encima del mes anterior. La variación mensual del IPCA fue del 0,1 %.