L. F. A / Hace prácticamente un año, el 13 de enero de 2020, NouDiari desvelaba el estado lamentable de conservación en el que se encontraba la cueva donde el poeta Rafael Alberti y su compañera María Teresa León se habían refugiado durante el estallido de la Guerra Civil, que les sorprendió en Ibiza en 1936.
No solo estaba llena de enseres y basura sino que las placas que indicaban su interés histórico, instaladas en 2003, estaban arrancadas por completo y sin la más mínima traza de interés por su conservación.
Esta mañana, el presidente del Consell Insular de Ibiza, Vicent Marí, y la consellera de Cultura y Patrimonio, Sara Ramon, han presentado una nueva placa que recuerda la estancia de los dos escritores.
Una placa instalada frente a la cueva, ubicada cerca de la torre de sa Sal Rossa, que en la actualidad ya está limpia y adecentada.
Al acto ha asistido también el alcalde de Sant Josep , Josep Marí Agustinet y la concejala Mónica Fernández.
«La cueva ya había sido señalizada en 2003, pero el paso del tiempo y los actos vandálicos habían hecho desaparecer la inscripción conmemorativa del escritor», recuerda el Consell en un comunicado.
Esta vez y con la intención de que la placa se conserve mejor, han instalado una pieza de cerámica creada por el artista Antoni Ribas Toniet y ubicada encima una estructura de hormigón.
El Ayuntamiento de Sant Josep limpió y desbrozó la zona aproximadamente un mes después del reportaje de NouDiari que denunciaba su mal estado. Unos trabajos que ha mantenido posteriormente.
La placa no solo recuerda los hechos sino que incluye un texto de María Teresa León en su libro Memoria de la Melancolía, que recoge los avatares de su accidentada estancia en Ibiza.
El presidente del Consell Insular, Vicent Marí, ha reconocido que la cueva «había quedado en el olvido y estaba en muy mal estado». Ahora, según el presidente, «los ibicencos e ibicencas tienen un espacio más para visitar y descubrir una parte de su nuestra propia historia cultural, la de unos años en los que Ibiza era visitada y reconocida por artistas e intelectuales de todo el mundo que quedaban impresionados por la luz y el paisaje en la isla».