NouDiari / Joan Amorós, profesor, director del CEIP Can Misses y presidente de la Associació Professional de Docents d’Eivissa (APDE) ha criticado públicamente en sus redes un problema estructural de muchos centros escolares, un tema que ha ampliado después en un artículo de opinión.
El hecho de tener que ventilar las aulas para evitar contagios durante la Covid provoca que las temperaturas bajen a entre 8 y 13 grados. Una consecuencia inevitable pero que desvela otras carencias.
«Hoy [por el lunes] muchos de centros han vuelto a las aulas. Muchos ya lo hicieron el viernes. Las quejas por las temperaturas y la necesidad antiviral de mantener las ventanas abiertas han sido ecurrentes. Es muy significativo que se tenga que tener a nuestros niños y jóvenes aprendiendo a temperaturas entre 8 y 13 grados», lamenta el docente.
Pero este hecho le sirve para poner de manifiesto una realidad: que los colegios públicos de la isla carecen de sistemas adecuados de regulación de temperaturas o de aire acondicionado, con lo que es habitual que se vean obligados a dar clase a temperaturas para nada adecuadas.
«Los meses de junio y septiembre, en numerosos centros las aulas no bajan de 30 °C de temperatura. Ahora vivimos la situación contraria. […] El problema, por desgracia, es más profundo. Es estructural. Es de un abandono histórico. A menudo, incluso, intencionado. Es la nula importancia que se le da a la educación. Es los escasos presupuestos que se destinan a ella. El desprecio político continuado. La hipocresía de afirmar una cosa y hacer la contraria. Y así, todo es precariedad. En las instalaciones. En la formación. En la organización. En los métodos.
Si cuando corren tiempos «normales», ya es difícil sacarlo adelante, cuando vienen mal dadas la estructura se hunde como un castillo de naipes en mitad de un huracán», explica Amorós.
«La escuela no importa, y darnos cuenta de esta máxima es el primer paso para poder solucionar el resto de problemáticas que la inundan».