EFE / Ibiza y Mallorca son a día de hoy polos opuestos en la evolución de la pandemia de coronavirus, ya que mientras en la isla pitiusa los contagios siguen disparados y la incidencia acumulada alcanza los 1.838 casos por 100.000 habitantes en 14 días, en la mayor de las Baleares continúa a la baja y se sitúa en 522.
El portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas, Javier Arranz, ha asegurado, no obstante, que el ritmo de crecimiento de la pandemia en Ibiza se está decelerando, aunque la situación es todavía «muy inestable», por lo que ha instado a la población a «extremar su comportamiento» para protegerse.
«En la isla de Mallorca vamos por buen camino», ha señalado en rueda de prensa el especialista, para quien la isla está «claramente en la pendiente de bajada de esta ola».
Los datos de incidencia acumulada por cada 100.000 personas en 7 días confirman las tendencias: en Mallorca es de 213 casos mientras que en Ibiza alcanza los 1.063.
«Llegará a 2.000 y, a lo mejor, podría ser que no fuésemos más allá», ha manifestado Arranz respecto a la pitiusa.
En Menorca, con 521 casos por 100.000 en 14 días y de 268 en la última semana, la situación es de práctica estabilidad, ha explicado.
En Formentera se acumulan hoy 743 casos por cada 100.000 habitantes en dos semanas y 627 en 7 días, pero la escasa población de la isla facilita el control del virus y Arranz confía en que el confinamiento perimetral permita reducir la difusión del virus.
En estas circunstancias, ha reiterado que su opinión es que se deben mantener las medidas restrictivas que rigen en las diferentes islas para recuperar niveles de afectación de la pandemia muy por debajo de los actuales.
«Cuanto más rápido quieres quitar medidas que hemos visto que ayudan a bajar los casos, más problemas tenemos», ha defendido Arranz, para quien el toque de queda a las 22 horas y el cierre de la hostelería se están demostrando eficientes.