EFE / La Alianza por el Agua ha hecho balance de la gestión del agua en las Pitiusas durante 2020, que ha tenido «luces y sombras», como una presión menor en los acuíferos pero una mayor carga contaminante en el alcantarillado, según ha advertido este martes en una nota.
Entre los logros registrados el año pasado, la entidad ha destacado el incremento de uso de agua desalada para el abastecimiento urbano, que permite reducir la presión de los acuíferos, así como la ampliación de la depuradora de Santa Eulària y la finalización del tanque de tormentas de Vila.
En lo que se refiere a Formentera, han destacado el inicio de la ampliación de la desaladora y el adecuado funcionamiento de la balsa de riego de aguas regeneradas que ha proporcionado agua de calidad.
Sin embargo, la Alianza ha lamentado que un año más no se resuelva la finalización de la nueva depuradora de Vila, en sa Coma, y la elevada carga contaminante del alcantarillado municipal que reciben las depuradoras de las Pitiusas.
Al respecto, ha insistido en que la depuradora de Vila causa el «grave vertido» de aguas deficientemente depuradas al medio marino, que suponen un 44 % del caudal total de todas las depuradoras de la isla.
Desde la Alianza han explicado que está pendiente la ejecución de las obras de conducción de conexión de la nueva depuradora, que no se prevé poner en marcha hasta el año 2023.
En cuanto al alcantarillado de las islas, han indicado que el 60% del caudal de aguas residuales incumple la normativa del Plan Hidrológico de las Islas Baleares dificultando la adecuada depuración.
Además, han añadido que la mayor proporción del agua del alcantarillado es salobre por el mal estado de las tuberías que sufren la entrada de agua subterránea salina.
Por ello, han reclamado un mayor control en las redes, así como la redacción de un Plan Director de Alcantarillado municipal, tal y como ha propuesto la Alianza para el nuevo Plan Hidrológico para 2021