EFE / La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha reclamado este martes al Gobierno central que le permita dictar confinamientos domiciliarios y adelantar el toque de queda si fuese necesario, y ha solicitado también ayudas estatales directas y exenciones tributarias para los negocios cerrados por las restricciones anticovid.
«Si ha dejado en manos autonómicas la gestión de la pandemia, nos tiene que dar también todas las herramientas necesarias para frenar el virus», ha defendido Armengol en una comparecencia extraordinaria en el Parlament balear para dar cuenta de la evolución de la crisis sanitaria a instancias del PP.
Ha abundado en que «tener todas las herramientas» significa que este año el Gobierno central también debe transferir a la administración autonómica recursos extraordinarios para enfrentar la pandemia, como hizo en 2020 por valor de 438 millones de euros.
Armengol considera necesario «que el Estado pague ayudas directas a los sectores afectados» por las medidas restrictivas como el cierre de la restauración, que generan «frustración y rabia».
«Somos conscientes del grado de vulnerabilidad de los autónomos y de las pymes, de la angustia que supone quedarse sin ingresos de un día para otro y ver cómo se acumulan las facturas, de la impotencia que sufre quien quiere trabajar y realizar sus sueños, pero no puede ni levantar la persiana para abrir», ha manifestado sin aludir a las dos recientes manifestaciones contra las medidas de su Govern.
Ha defendido su plan de ayudas directas a los negocios de restauración y gimnasios, con aportaciones de 1.500 euros mensuales, y las reducciones de cargas tributarias autonómicas y municipales, pero ha incidido en que también es necesario que el Gobierno central afronte «el aplazamiento, la eliminación o la bonificación de tributos y cargas que ahora mismo no pueden afrontar los negocios que tiene la persiana bajada».
«Exigimos al Estado que suspenda el pago de alquileres cuando los comercios tienen que cerrar y que establezca ayudas directas para los sectores afectados», ha insistido.
Preferencia de Baleares en la vacunación
La líder socialista ha sostenido que, una vez haya vacunas disponibles para la población general, Baleares debe tener acceso preferente a ellas porque su dependencia económica del turismo requiere máxima celeridad en lograr la inmunidad de grupo.
En las islas se están administrando actualmente medio millar de vacunas diarias debido a la limitación de dosis, pero la red sanitaria tiene capacidad para inocular 11.500 al día, ha detallado.
Armengol ha prometido que cuando se reciba un volumen «masivo» de vacunas, una vez se autoricen las fórmulas de nuevos fabricantes, se administrarán 80.000 dosis semanales y se inmunizará a toda la población de las islas en tres meses.
Ha recalcado que la prioridad de la acción del Govern es «salvar vidas», algo que determina «todas las decisiones» del ejecutivo autonómico, y que ha permitido, ha dicho, que la media en las islas sea de un fallecido por cada 88 enfermos de covid-19, mientras que en el conjunto de España es de un muerto por cada 46 casos.
«No es la hora de dudar: es la hora de la firmeza. No es la hora de mirar por los intereses individuales de cada cual: es la hora de la generosidad y la ética. No es la hora de la división: es la hora de sumar fuerzas para continuar frenando el virus, como hemos hecho oleada tras oleada», ha pedido.
De cara a la revisión de las medidas en vigor a finales de semana, ha advertido de la necesidad de ir «más despacio» al aligerar las restricciones. «Cada vez que hemos intentado acelerar el regreso a la normalidad, cada vez que nos hemos confiado, el virus nos ha golpeado duramente. Y esto no puede volver a pasar», ha apuntado.
La persistencia de una enfermedad que «muta y ataca con ferocidad creciente», ha obligado al Govern a aplicar «las medidas de contención más drásticas al alcance». Armengol ha defendido las adoptadas en las fiestas: «Otros optaron por salvar la Navidad. Aquí optamos por salvar vidas».
Ha destacado que Baleares se mantiene entre las comunidades que hace más pruebas de detección, con 3.345 a la semana por 100.000 habitantes, cuando la media nacional es de 2.500, y ha recordado que se han realizado 17 cribados poblacionales en Baleares, con más de 50.000 pruebas con las que se han roto 777 cadenas de contagio.
Biel Company, líder del primer partido de la oposición, el PP, ha ofrecido a la presidenta un triple pacto para afrontar las consecuencia de la pandemia: sobre la reactivación y el empleo; los fondos europeos, y para defender los intereses de Baleares ante el Gobierno central.
Company ha criticado la gestión de la crisis sanitaria y económica por parte del Govern, al que ha acusado de improvisar y de «ir a remolque del virus, tomando decisiones tarde y mal y encima dando mal ejemplo».
Una crítica de Company y de otros portavoces ha sido la inoportunidad de las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando recientemente aseguró que el turismo internacional no se abriría hasta después del verano.