Noudiari / La vivienda de segunda mano en Baleares en marzo de 2021 marcó un precio medio de 3.078 euros por metro cuadrado según un informe de pisos.com. Esta cifra supuso un descenso del -0,47% frente al mes de diciembre de 2020. Interanualmente, los precios han bajado un -2,75%.
Con 5.497 euros por metro cuadrado, Sant Josep de Sa Talaia fue la población más cara del país en marzo de 2021. Es más, entre los cinco municipios más caros de España hay cuatro de Ibiza: Vila (5.464 euros/m2), Santa Eulària (4.944 euros/m2), Sant Antoni (4.243 euros metro cuadrado) y el ya citado Sant Josep.
La media en España en marzo de 2021 fue de 1.699 euros por metro cuadrado, arrojando una caída trimestral del -1,16%.
Baleares fue la autonomía más cara del país, por delante del País Vasco (2.760 €/m²), entre otras. En el ámbito provincial, Baleares se localizó en el segundo puesto del ranking de las más caras.
La capital balear (0,66%) arrojó un ajuste trimestral muy leve. De un año a otro, Palma de Mallorca (2,90%) arrojó el décimo tercer repunte más intenso de las subidas nacionales. Con 3.338 euros por metro cuadrado en marzo de 2021, Palma de Mallorca fue la cuarta capital de provincia más cara, en un listado liderado por Donostia-San Sebastián (5.133 €/m²).
Respecto a los municipios baleares, Santa María del Camí (8,59%) fue la undécima localidad que más creció del país en el primer trimestre, mientras que Santa Eulalia del Río (-6,04%) fue la que más cayó de la autonomía. En la variación interanual, Santa María del Camí (22,69%) fue el octavo municipio español que más creció, mientras que Sant Antoni de Portmany (-18,12%) fue el quinto que más descendió a nivel nacional. Sa Pobla (1.550 €/m²) fue la más asequible de la autonomía.
Las perspectivas acerca de la contracción que sufrirían los precios de la segunda mano debido a la crisis pandémica finalmente no se han materializado con la intensidad esperada.
La lectura que hace Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, tras los tres primeros meses del año es que “el residencial se he fortalecido como consecuencia del shock al que ha sometido el COVID-19 a la sociedad”.
El experto explica su teoría basándose en la relación que hemos mantenido con la vivienda en este último año: “Al pasar más tiempo en el hogar, debido al confinamiento primero y a las restricciones después, hemos tomado conciencia de la importancia de contar con un refugio que nos haga sentir bien”. El directivo comenta que “este renovado valor que ha adquirido la propiedad hace que los ajustes sean relevantes solo cuando el producto inmobiliario es de baja calidad, pero en la mayoría de los casos, el precio no ha variado o lo ha hecho poco”.
En la misma línea, el responsable del portal inmobiliario asegura que la demanda ha retomado la confianza en la vivienda como activo a largo plazo. “No podemos perder de vista el gran descalabro que ha supuesto el coronavirus en el empleo, pero tampoco debemos pasar por alto que esta situación ha elevado el ahorro”. Font admite que “este capital encuentra una salida en la inversión inmobiliaria, lo que mantiene los precios al margen de caídas bruscas”.