L. F. A / El sacerdote Juan Manuel de Souza Iglesias, denunciado por seis personas por presuntos abusos sexuales cometidos desde la década de los 90 a los años 2000 en la isla, concedió en 1999 una entrevista al desaparecido diario pitiuso Ultima Hora Ibiza y Formentera durante su etapa de capellán en el Recinto Penitenciario de Ibiza.
El periodista Óscar Ribas se interesaba entonces por su labor en la cárcel, donde llevaba dos años.
A la pregunta ¿Se arrepienten los internos de lo que han hecho?, el sacerdote responde así:
«Todos están allí por algo, eso está fuera de duda. Aunque, si nos miráramos a nosotros mismos, descubriríamos que casi todos merecemos estar dentro. Todos somos pecadores y necesitamos cambiar, arrepentirnos del mal que hemos hecho a los demás».
La entrevista data del 27 de octubre 1999, una fecha posterior a cuatro de los casos de presuntos abusos cometidos por el sacerdote y denunciados por cuatro de las víctimas, tres de ellas hombres que eran menores de edad por aquel entonces y una mujer. Eran, en un caso, un monaguillo en la iglesia del Rosario; en otro caso, el hijo de una familia que acudía a la parroquia de San Pablo de Ca n’Escandell, además de dos alumnos suyos de Religión en sa Blanca Dona, una chica y un chico.
El periodista le pregunta si sirven de algo las prisiones, algo a lo que el sacerdote responde que tiene la sensación «de que no es un método demasiado acertado». «¿Qué fórmulas hay mejores? Tampoco lo sé, pero es algo que la justicia debe tratar. Habría que buscar alternativas a las prisiones«.
A la pregunta de si ha tenido algún problema con algún recluso, Souza responde: «Yo, personalmente, nunca. De hecho les aprecio igual que ellos me aprecian a mí. Hay una relación bastante unida con ellos, aunque siempre en la medida que ellos quieren«.
Hay que recordar que el sacerdote ha sido apartado de sus funciones en Ibiza y que ha sido localizado en A Coruña, a donde se trasladó el mes de marzo. Su nombre ya no aparece en el listado del clero de Ibiza mientras se resuelve una investigación canónica por parte del Arzobispado de Valencia relativa al menos al primer caso denunciado.
Además, el Juzgado de Instrucción 1 de Ibiza pondrá en marcha las diligencias tras la denuncia ante la Policía Nacional de unos presuntos abusos cometidos por el mismo sacerdote durante al menos dos años a un menor en los años 2000.
Del total de seis personas denunciantes, cinco eran menores cuando sucedieron los hechos. Cinco de ellas han hecho denuncias públicas en los medios de comunicación y una sexta ante la Policía Nacional de Ibiza porque en su caso el delito no ha prescrito.