NouDiari / La consellera balear de Igualdad, Mercedes Garrido, ha solicitado la intervención del Ministerio de Igualdad del Gobierno de España para requerir la retirada de una línea de maquillaje que incita a la prostitución, normalizando la práctica del “sugar daddy”.
En una carta dirigida a la ministra Irene Montero, la consellera pide igualmente al Ministerio que requiera a la distribuidora y a la empresa el cese inmediato de la publicidad de esta línea “sugar daddy”, que denomina las diferentes tonalidades de sombra de ojos con palabras como “Cena en París”, “Paga semanal”, “Transferencia urgente” o “Podría ser su nieta”.
Como es sabido, «la figura del “sugar daddy” (nombre de la línea cosmética) es la de un hombre de cierta edad que espera la satisfacción de sus deseos sexuales por parte de una adolescente o joven (“sugar baby”) a cambio de regalos, viajes o alguna otra compensación. Sólo la utilización de estos términos ya supone una evidente incitación y normalización de la prostitución», señalan desde la conselleria balear.
El Govern «tiene un firme compromiso con la lucha contra la explotación sexual y la trata, tal como ha quedado patente en el proyecto para una red de comunidades autónomas libres de prostitución que lidera Baleares, con la participación otras siete comunidades».
“Queremos que las mujeres no se vean nunca más obligadas a prostituirse y por eso es necesario un cambio de valores. En ello estamos trabajando, desde la prevención y la educación, en colaboración con organismos y asociaciones de diferentes ámbitos. No es tolerable que, mientras la sociedad avanza hacia la igualdad y la defensa de los derechos de las mujeres, algunas marcas comerciales promuevan justamente lo contrario”, ha opinado Garrido.
Por eso, al amparo del artículo 41 de la Ley orgánica por la Igualdad efectiva de Mujeres y Hombres, que prohíbe la publicidad sexista o discriminatoria, Govern solicita la retirada tanto de los productos como de la publicidad de los mismos.
Esta intervención se podría hacer desde el propio Govern si la publicidad sexista fuera de ámbito autonómico, pero este caso requiere de una intervención a nivel estatal, dado que la empresa y los anuncios tienen presencia más allá de la comunidad autónoma.