EFE / El turismo afronta otro año complicado, con el verano en el aire y muchas dificultades para llegar a los 40 millones de entradas de extranjeros de los que habló la ministra del ramo, Reyes Maroto, porque el primer semestre se saldará con caídas del 70 % respecto al mismo periodo de 2019, en el mejor de los casos.
El sector confía en que, si a mediados de junio baja sustancialmente la tasa de contagios y se alcanza un ritmo de vacunación «aceptable», la temporada podría empezar con cierto brío para el turismo extranjero en julio y extenderse hasta octubre, ha explicado a Efe el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda.
La incertidumbre en torno al desarrollo de la pandemia, los confinamientos y el miedo de la población, además de los retrasos en los calendarios de vacunaciones están lastrando todavía más a un sector moribundo, que en 2020 perdió 64,5 millones de turistas y 72.100 millones de euros y no confía en recuperar los números precovid antes de 2022-2023.
La caída del 70 % en el primer semestre sobre el mismo periodo de 2019, según los cálculos más benignos que maneja el sector, situaría en 11,44 millones los turistas extranjeros que entrarían entre enero y junio, frente a 38,12 millones contabilizados hace dos años, antes de la pandemia.
En el primer semestre de 2020 llegaron 10,78 millones: en enero y febrero las cifras aún fueron «normales» (prepandemia), con más de 4 millones de entradas mensuales; en marzo hubo una caída sustancial hasta los 2 millones, ya que comenzó a mediados de mes el estado de alarma; en abril y mayo no hubo entradas y en junio poco más de 200.000.
Caída
El primer trimestre de este año se va a cerrar con caídas cercanas al 90 % interanual en la llegada de extranjeros: 89,5 % de descenso en enero y 93,6 % en febrero, de forma que en los dos meses apenas se registraron 700.000 turistas extranjeros.
Para marzo, a la espera de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publique los datos el 6 de mayo, el recorte será también sustancial porque la movilidad fue similar a la de los dos meses anteriores, es decir, casi nula.
Incertidumbre
Para el segundo trimestre del año, las previsiones de la industria tampoco son mucho mejores: el 9 de mayo finaliza el estado de alarma pero eso impulsará, en todo caso, la movilidad nacional.
La extranjera seguirá parada porque todavía se encuentra con muchas limitaciones en sus países de origen para salir de turismo, especialmente Reino Unido, el tradicional primer emisor de turistas a España.
Los mensajes contradictorios de los gobiernos europeos y las decisiones de los grandes touroperadores europeos -como la que esta semana tomó Jet2, el segundo mayorista del Reino Unido, de aplazar el reinicio de sus operaciones hasta el 24 de junio- abonan el terreno para la incertidumbre.
Para llegar a los 40 millones en el conjunto del año deberían entrar en el segundo semestre 28,6 millones de turistas, más de tres veces los del año pasado (8,17 millones) y un 37 % por debajo de las cifras de 2019 (45,38 millones), cifra que se antoja, según coinciden en el sector, demasiado ambiciosa.
La pauta la darán los meses centrales del año, entre junio y septiembre, que son los más fuertes para el sector, porque concentran el 46,7 % del gasto de los turistas extranjeros en España.
Usando como referencia los datos de los tiempos precovid, en los meses centrales de la temporada turística de 2019 (junio-septiembre) llegaron a España 37,7 millones de turistas extranjeros, que dejaron 43.147 millones de euros, según las encuestas de entradas por fronteras y gasto turístico del INE.
En esos cuatro meses de 2019 se registró casi el 47 % de los ingresos por turismo extranjero de todo el año (92.278 millones) y concentran, de media, un 60-70 % de la facturación del sector.
Algo que puede compensar parcialmente la caída del turismo extranjero son los movimientos de los nacionales, que ya el año pasado arreglaron algo las cuentas de los empresarios del sector, sobre todo en el norte de España.
Desde el sector, Zoreda lanza un mensaje que busca el optimismo: «no nos obsesionemos con que si no llegamos al 70 % de vacunación está perdido todo, porque si llegamos a niveles aceptables y España baja la tasa de contagios por debajo de 50, por ejemplo, podemos mandar a Europa una foto que permitirá que en julio empiecen a llegar los turistas de los principales emisores».