Brian Bujalance / Sin grandes adornos, con una forma clara y didáctica, Miquel Montoro, que saltó a la fama al grito de su Hòstia pilotes y se ha convertido en una figura en redes sociales divulgando labores del campo, se ha lanzado a plasmar sus ideas en el libro «Uep! Mis aventuras en el campo» mientras ansía ser payés.
«Mi sueño es ser payés, pero no le veo futuro. Así como va la agricultura creo que no podré. A lo mejor soy mecánico o herrero. Eso también me gusta», cuenta el mallorquín, que a través de YouTube e Instagram se dedica a la divulgación de saberes de la vida rural.
Ahora, en su libro autobiográfico, relata «desde las cosas más importantes hasta preguntas y recetas». Quién es él, la importancia de los animales en su vida o el amor por su familia y reflexiona además sobre temas como el cambio climático o la tauromaquia.
Es el reflejo de lo que cuenta en las redes, donde ha cosechado un éxito que no se esperaba. «Lo hice casi por reír con los amigos», asegura este mallorquín, que tiene casi 600.000 seguidores en Instagram y 328.000 suscriptores en YouTube.
A pesar de sus 15 años, Miquel Montoro piensa de un modo diferente a la mayoría de los jóvenes de su edad y es consciente de que sus opiniones a menudo, difieren de las de sus amigos.
«Hoy en día es más valioso un móvil de 1.000 euros que tu salud. Cuando vas a comprar un producto en el supermercado y ves dos etiquetas, una de un euro y otra de cincuenta céntimos, te vas a ir a la segunda, pero cuando compras un móvil da igual, eliges el mejor. La gente de mi edad solo ve una etiqueta y el precio, no el trabajo que hay detrás o si es conveniente o no comprar el producto», razona.
Lo mismo le sucede con la tecnología. «Si paso una hora al día con el teléfono móvil es mucho tiempo. Yo lo tengo para que me despierte por la mañana e incluso a veces lo despierto yo», bromea. De hecho, para la realización de sus vídeos dedica una hora en fin de semana, en la que aprovecha para hacer seis vídeos y así tiene material para varias semanas porque su prioridad son los estudios.
Producto local
En «Uep! Mis aventuras en el campo», el joven cuenta sus vivencias en el sector primario, con el que se muestra muy crítico por el trato que recibe, sobre todo con el producto local, valorado más por los turistas que por los propios residentes.
«Hemos llegado a un punto donde no se consume nada de nuestra zona. Ahora en Mallorca, con la caída del turismo, peor aún, ya que los turistas son los mayores consumidores. A los mallorquines nuestro producto no nos dice nada, pero a un extranjero que viene sí».
Sin embargo, la cuarentena, en la que debido a las restricciones de movilidad «quedaron los productores locales y las tiendas pequeñas de pueblo», ha hecho que la gente se dé cuenta de la importancia de la calidad y de lo cercano. Él lo tiene claro: «el agricultor tiene que ganar más y nosotros, los ciudadanos, debemos comprar más producto local».
Acoso escolar
Otro de los temas que aborda en el libro es el bullying. «En el instituto estoy bien, no hay tantos casos de acoso escolar como en primaria y estoy muy contento», explica el youtuber, que lo sufrió durante cuatro años, desde los siete hasta los once años.
«Uno de los grandes problemas fue que ni el profesorado ni el colegio prestaron mucha atención al caso y yo me sentí desprotegido», asegura en el libro.
Para hacer frente a este problema, ve necesario «hacer caso al receptor e intentar hablar con los padres». «Creo que ningún padre quiere que su hijo insulte o se ría de otro. Si se habla con los padres y se intenta solucionar, creo que se puede evitar», añade convencido.
Frases rotundas y reflexivas que dejan ver a un joven que en poco más de un año ha pasado de ser un desconocido a una estrella de las redes. Y todo por unas albóndigas.
EFE