@Noudiari/ Arañazos, rasguños profundos en la nariz, pómulos y ojo derecho, fisuras de largo recorrido, suciedad generalizada, manchas de diferente naturaleza, biodeterioro puntual en forma de hongos y líquenes, así como presencia de mortero no original descohesionado. Este es el diagnóstico de la estatua de Guillem de Montgruí situada en el mirador de Dalt Vila. El Ayuntamiento de Eivissa ha decidido restaurar esta escultura, a través del Consorci Eivissa Patrimoni de la Humanitat, con un presupuesto de 1.050 euros.
Eva Planells, conservadora y restauradora de bienes culturales, será la encargada de la recuperación de la obra, cuyos trabajos de mejora concluirán antes de mediados de julio. Planells eliminará los morteros no adecuados y rellenará las fisuras y grietas mediante inyecciones de cal hidráulica. La restauradora también realizará una limpieza mecánica y química de la estatua, y eliminará el biodeterioro de todos los organismos nocivos que están perjudicando al monumento. Por último, reintegrará las partes que faltan mediante la elaboración de moldes y el empleo de mortero de restauración, un material con una alta resistencia mecánica, que será recubierto con una capa de hidrofugante como protección final.
La escultura de Guillem de Montgrí que preside el mirador de Dalt Vila es una reproducción de la estatua yacente del sepulcro del que fuera arzobispo de Tarragona durante la conquista de Eivissa por parte de la Corona de Aragón, cuyo se encuentra en la Catedral de Girona y que la Diputación de Tarragona donó al Consistorio ibicenco.